Agua y arena complican el tránsito en Sucre y Ejército de los Andes

El clima otra vez hizo de las suyas, esta vez en la esquina de avenida Sucre y Ejército de los Andes. Las fuertes lluvias arrastraron arena y formaron un cúmulo que abarca gran parte de la intersección, dificultando el tránsito de automovilistas y ciclistas. Según los vecinos es un riesgo por el constante flujo vehicular y las altas velocidades.

Con la última lluvia la esquina se volvió difícil de transitar.

El mayor problema está para los que circulan de sur a norte para cruzar la autovía.  Mientras que algunos autos pasan lento para esquivar el montón de arena, otros pasan rápido para agarrar la luz verde de los semáforos. Ninguno de los dos casos se beneficia. Los que sortean la arena corren el riesgo de chocar con los autos que vienen del oeste y doblan por Ejército en dirección a avenida España. Los que van rápido suben por la arena, hacen traquetear su auto y salpican a los ciclistas que están a su lado. Los insultos surgen por todos lados.

 En la zona, que tiene  comercios del lado izquierdo y al  predio del Ejército, del derecho, nadie ha hecho la denuncia para que retiren la arena. Los vecinos dicen que es en vano. Según ellos el Municipio nunca los visita.

“Es una travesía complicada. Si querés mantener el coche en condiciones sí o sí tenés que evitar la arena. El problema está en que el auto de atrás no sabe que vos estás por doblar. Vos frenás para pasar despacito, y el otro te choca, o no lo hace, pero te llena de bocinas y de paso te insulta. La otra es hacer el esquive rápido, pero yo en esta zona no me arriesgo, algunos van como locos”, dijo el taxista Gabriel Orozco.

Para los que andan en bici, la opción es otra. Muchos suben a la vereda del predio del Ejército y cruzan caminando. “No te queda otra. Yo paso por acá todos los días. Cuando vengo con las bolsas del súper es más difícil, porque con el peso la rueda se me hunde en la arena y no puedo pedalear. Entonces no queda otra que bajarse, antes de que venga un auto y te choque”, comentó Isaías Ojeda, mientras señalaba las bolsas de compras en el manubrio y la parrilla. 

Maximiliano, que tiene su negocio enfrente de la intersección, dijo que la zona tiene ese estado hace más de cuarenta días. “A veces la calle parece una pista de carreras. Es un milagro que nadie se haya pegado un palo. Pero bueno, así esta todo San Luis, llueve y la ciudad es un caos”.

A lado del negocio de Maximiliano hay una gomería. Marcelo, su dueño, dijo que de noche el tránsito es más complicado. “La zona no está muy iluminada. Cuando oscurece casi nadie ve la arena. Hasta ahora no he visto accidentes de autos, pero sí a  más de un ciclista que quedó varado”.