Cada día es más caótico el tránsito en la ciudad. Este viernes fue un suplicio ingresar por avenida Del Fundador y también moverse dentro de las cuatro avenidas sin toparse con algún corte de calles. Recorridos que habitualmente tardaban diez minutos se extendieron hasta media hora, ayudados también por la falta de sincronización de los semáforos en otros caminos alternativos que debieron tomar los conductores para intentar llegar a destino. Fue una jornada de bocinazos, insultos y mucho mal humor.
Más de un automovilista desprevenido que entre las 8:30 y 11:30 andaba por las adyacencias de la Terminal de Ómnibus, se encontró con que no podía subir al Puente Derivador. Por eso como nadie podía seguir por avenida Santos Ortiz no quedaba otro remedio que entrar a avenida Del Fundador por la colectora y llenarse de paciencia porque ese acceso ya estaba saturado. De hecho la fila de vehículos llegaba a la rotonda de la nueva central de colectivos.
Los nuevos cortes por la construcción de un puente a desnivel en la intersección de la ruta Nº 147, la avenida parque y el camino a Terrazas del Portezuelo, a cargo de Alquimaq, no fueron el único ingrediente del caos. También se sumó la inédita "senda peatonal elevada" que hizo la Comuna a la altura del Puente Blanco y que en vez de agilizar el tránsito lo lentifica y provoca accidentes.
"Esta mañana tuve que pasar por acá y perdí muchísimo tiempo. Es estresante" afirmó uno de los automovilistas más enfadados, Sergio Ramírez.
Hugo, que maneja un taxi, relató su calvario para cumplir con su trabajo. “Ayer tenía un viaje en la zona del centro y estaba en el puente Favaloro. Eran 9:55 de la mañana, le respondí que ya iba. Cuando intenté subir el puente sobre Avenida del Fundador, lo encontré cortado y la calle de la derecha estaba repleta de autos. Logré llegar hasta un conocido supermercado de la zona y salir por el costado. Otra vez me encontré atrapado y tuve que emprender camino a la terminal nueva para intentar volver a la ciudad. Estuve treinta minutos parado, perdí la pasajera y mi ganancia”, detalló resignado.
Alberto, es empleado de la empresa constructora y ayer no le quedó otra opción que abandonar el trabajo para desempeñar tareas de señalización y ordenar el tránsito. “Estamos cortando el acceso al puente e indicando a los conductores que circulen con precaución porque hay muchos vehículos y prohibimos que suban al puente porque levantamos otro frente al barrio Tibiletti y sería peligroso que circulen por esa zona que está llena de máquinas", expresó uno de los diez banderilleros que sacó a la calle la adjudicataria de la obra del Gobierno.
El centro, otra odisea
A los múltiples cortes de calle por los ensanchamientos de veredas en la avenida Illia se sumaron otros imprevistos, como en Pedernera, que generaron continuos embotellamientos en la siempre transitada Bolívar.
Los impedimentos para circular por avenida Illia y el contorno de plaza Pringles contribuyeron a que las arterias más cercanas al microcentro que estaban habilitadas fueron la de los corredores del transporte urbano, que ayer se mostraron nuevamente saturadas.
Norma, que usa habitualmente el servicio de taxis, dijo que no ve con desagrado que se hagan obras, pero criticó la manera desprolija en que se ejecutan. “Hoy (por ayer) tomé un taxi y me salió el doble de caro porque dio muchas vueltas para encontrar un lugar donde poder estacionar y recién me salvé de caerme por el estado de las veredas que están ensanchando".
Hugo atiende un comercio en Junín y Chacabuco, otra esquina que desvía el tránsito exclusivamente por Chacabuco. "Quizás las deberían hacer en una época con menos gente en la calle porque si no, es un caos".
Todos esperan que al menos se cumplan los plazos. El Municipio había anticipado que los cortes continuarán hasta el 11 de mayo, fecha en que debería estar terminada la rotonda proyectada en el inicio de la Illia, frente al Correo y al edificio de Turismo.


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