El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, replicó este martes los cuestionamientos de la presidenta Cristina Kirchner y envió un mensaje al interior de la Justicia. Advirtió que el Poder Judicial "no es popular" y debe "poner límites" sin ceder ante las "presiones".
En su discurso de apertura del año judicial, Lorenzetti le respondió a Cristina luego de que el domingo la mandataria acusara a un sector de la Justicia de conformar un "partido" independiente de la Constitución y responsabilizara a la Corte por la demora en el inicio del juicio por encubrimiento en la causa AMIA, así como también por la inacción en la investigación por el ataque a la Embajada de Israel.
"No toleraremos ninguna acción extrema que ponga en riesgo el Estado de Derecho", enfatizó el titular del máximo tribunal. Y agregó: "Debemos preservar la democracia. Es algo demasiado importante como para dejarla en manos del odio, de la división y del egoísmo".
Lorenzetti también subrayó que los jueces "no gobiernan ni deben gobernar" sino que están para "dictar sentencias" y "proteger derechos". Además resaltó que "las instituciones no funcionan bien cuando los que están a cargo hablan del poder y los ciudadanos de sus problemas".
"Somos partidarios del activismo judicial, pero lo hemos escrito en muchas decisiones: no se gobierna. Los jueces tienen muchas ideas y no está mal que las tengan. Los jueces y juezas no viven fuera del ambiente político, religioso", destacó el presidente de la Corte.
En su mensaje, Lorenzetti también se refirió puntualmente a los cuestionamientos de la Presidenta por la investigación del atentado a la embajada de Israel y, al respecto, recordó que ya otra Corte había emitido una condena hacia los supuestos responsables de ataque y señaló a la demora en el nombramiento de jueces como la causante del retraso en el comienzo de los juicios orales por el atentado a la AMIA y la tragedia ferroviaria de Once.
Las palabras del titular de la Corte estuvieron precedidas por la proyección de un video institucional de homenaje que incluía la muerte del fiscal Alberto Nisman y se extendía hacia otras víctimas, como las de la última dictadura militar, la tragedia de Once, la explosión de la fábrica militar de Río Tercero; los crímenes del maestro Carlos Fuentealba; de Axel Blumberg; de Mariano Ferreyra; de Luciano Arruga; de Candela Sol Rodríguez y del fotógrafo José Luis Cabezas, entre otros casos.
"Detrás de esas personas hay familias, hay dolor y es nuestro dolor. Todos forman parte de la tragedia de los últimos años y esto es lo que nos debe conmover. Nos han dejado con la responsabilidad de terminar con la impunidad, terminar con los procesos que no tienen resultados, con la investigaciones oscuras y que se traban, sin hacen disputas de intereses y de poderes", reflexionó.
NA
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