Con la esperanza intacta, los empleados de Black and Decker y Tyrolit -al menos hasta la noche del miércoles- continuaban con el paro que ya lleva más de veinte días. Mientras que los de Tramontana decidieron levantar la medida de fuerza, si bien todavía no les regularizaron la totalidad de la deuda.
En el primer caso, las fábricas que pertenecen a la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), reclaman reabrir las paritarias que se frenaron cuando rechazaron la última oferta, por un aumento del 32 por ciento cuando ellos piden un 40 por ciento. Además, exigen subir la merienda y el bono de fin de año (en Tyrolit), y pagar las horas extras y recomponer la escala salarial ya que una multinacional compró la empresa y multiplicó la producción (en Black and Decker de Justo Daract).
Agrupados dentro de la fábrica Tyrolit, los más de 120 empleados tuvieron una asamblea para discutir cómo sigue la lucha. Sin embargo, la falta de respuestas de la empresa los llevó a mantenerse firme con el paro. “Sigue todo igual, por eso la idea es seguir en la planta hasta que se sienten a negociar”, lamentó el delegado, Ariel Givilale, quien explicó que el martes cortaron la ruta para reforzar el reclamo
Luz amarilla en Tramontana
Entre “paños de agua fría”, los 23 trabajadores de Tramontana volvieron a ocupar sus puestos anteayer, luego de doce días de inactividad.
Finalmente, los directivos de la firma dedicada a la producción de bolsas de polietileno entregaron en dos veces 180 mil pesos –de una deuda total de 600 mil pesos (dos meses de retraso)- para dividirlos entre toda la planta.
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