Para ser mucho más verde, el Municipio de Juana Koslay plantó 250 árboles y así dio el primer paso en su intención de reducir el impacto ambiental sobre la planta de tratamiento cloacal de Donovan. “Estamos haciendo pruebas para encontrar la manera de recuperar el agua que sale de la planta de oxidación y utilizarla en el riego de los ejemplares. Este proyecto radica en la creación de un pulmón en la zona, edificaremos un bosque con el que se aprovechará el recurso. Esto le brindará un gran valor, mayor jerarquía ambiental y un mejor impacto visual. Entonces vamos a generar oxígeno y vamos a tener nuestro propio bosque”, explicó la jefa del Programa Medio Ambiente, Mercedes Crespo.
En una primera etapa, plantaron franjas de coníferas sobre cuatro hectáreas que están alrededor de las seis piletas ubicadas en el complejo, a cinco kilómetros de la Autopista de las Serranías Puntanas. “Lo ideal era colocar álamos, pero tenemos que esperar a que sea la época porque si lo hacemos ahora se nos van a morir”, especificó.
Antes, el residuo cloacal iba a parar al río, pero la Comuna construyó un canal que lo desvía a la planta y a través de procesos químicos queda listo para ser reutilizado.
“El líquido que será utilizado en la forestación tiene poco nitrógeno, en caso de que tenga un poco más de lo normal, se le agregará cloro”, explicó Crespo y agregó que para desarrollar la prueba del proyecto cuentan con el asesoramiento del responsable del Centro de Investigación Forestal del Ministerio de Medio Ambiente, Franco Todone y el de Protocolo de Forestación, Pablo Calderón.
La colocación de los ejemplares estuvo a cargo de cuadrillas del Ministerio de Inclusión.
“La zona se caracteriza por tener mucha tierra y los árboles son bajitos, en una primera etapa hubo que limpiar y armar las franjas. Otro aspecto importante fue analizar la pendientes para no generar un cambio abrupto. En una próxima etapa quizás haya que hacer un zigzag para que las curvas del camino por el que viaja el agua rápidamente no erosione el suelo, además habrá que determinar qué especie de árbol es la más adecuada para plantar”, especificó Crespo.
La jefa del Programa Medio Ambiente del Municipio de Juana Koslay aseguró que aún resta estudiar si las especies que plantaron resisten al agua, al clima y a los animales.
“La mayor preocupación son las cabras que habitan la zona. Hablamos con los dueños y les avisamos que tienen que cuidarlas, así no lastiman los árboles porque queremos que crezcan. Esperamos que colaboren. Tendrán que construirles un corral especial de cinco hilos o colocar maderas. Entendemos que como los terrenos no tienen plantaciones y no están habitados, los dueños las dejan solas”, dijo la funcionaria y expresó que es la primera vez que en San Luis se implementa este tipo de proyectos.
“Ojalá que funcione y que todos los municipios de la provincia puedan desarrollarlo. En una segunda etapa del proyecto tenemos pensado hacer huertas”, concluyó.
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