Comerciantes se quejan por el mal olor que hay en la Peatonal Rivadavia

Un nauseabundo olor acompaña a todos los que caminan por la calle Rivadavia, entre Junín y Pasaje Artigas. El tufo proviene de las rejillas de desagüe ubicadas en la peatonal. Mientras que algunos vendedores de la zona dijeron no sentirlo por estar acostumbrados a inhalarlo, otros afirmaron no poder salir a la vereda porque los descompone. Según los comerciantes, la Comuna sólo los limpia y desinfecta cuando elevan quejas. 
“Yo estoy acá desde que inauguraron la peatonal y el olor siempre estuvo. Sólo que estos últimos meses el calor y la lluvia lo intensificaron. Una vez al mes los municipales vienen, tiran un chorro de lavandina a las rendijas y eso calma un poco las cosas. Estaría buenísimo que lo hicieran más seguido, esta es una calle muy transitada”, dijo Mario, un vendedor ambulante que tiene su puesto en la esquina de Junín y Rivadavia. 
Frente a  Mario hay una farmacia, Marisa su dueña contó que todo el verano elevaron  quejas para pedir limpieza. “Los cansamos tanto, que en una época el único sector que desinfectaban era el nuestro. Los clientes siempre protestan porque dicen que no aguantan cuando entran a hacer sus compras. Lo mismo les pasa a los que hacen la cola para sacar plata del cajero. Un minuto en la peatonal y ya te querés ir”. 
Los dichos de los vecinos no son para nada exagerados. El aroma parece estar impregnado en todo el trecho peatonal, que abarca seis locales comerciales y dos bancos. Lo más curioso es que mientras algunos aseguran no poder permanecer fuera de sus negocios, otros afirmaron nunca haberlo percibido. 
“Hace casi un año que trabajo acá y nunca sentí olor. Ni siquiera cuando salgo y tiro el agua del aire acondicionado a las rendijas. Son unos exagerados. O tal vez no me doy  cuenta porque todo el tiempo con mis compañeras  perfumamos el ambiente. Hay gente más sensible que una”, Comentó entre risas Marisa, empleada de Personal, frente al Paseo del Padre. 

El origen del olor 
Leonardo Aranda, director de Espacios Verdes de la Intendencia, aseguró ayer que solucionarían el problema. Explicó que el olor provenía de una cloaca rota de un local que filtró las pérdidas por las alcantarillas. Dijo que  empleados de SerBa arreglarían el sumidero y que  una cuadrilla de la Comuna realizaría  limpieza y desinfección. 
Aranda no coincidió con los comerciantes al hablar de la frecuencia de la limpieza. “Tenemos un grupo de personas que trabajan de lunes a viernes todas las noches. Lavan peatonales y limpian alcantarillas. Fue un problema momentáneo y ya lo solucionamos".