Adriana Portiglia: "Veo un gran crecimiento en el hipismo de San Luis"

Adriana Portiglia es la voz de los concursos hípicos. Estuvo en el Centro Terrazas del Portezuelo en 2014 y regresó para este Torneo Apertura. Con una dilatada trayectoria, quien comenzó como locutora casi de casualidad, porque quien debía hacerlo estaba disfónico, creció entre los caballos, su abuela era amazona y ella hoy sigue compitiendo, aunque hizo carrera en locución y jurado: “Trabajé con el histórico Stirghlich, él me metió en el jurado, me enseñó a mirar, a hacer planillas y así comenzó todo en el Club Alemán, en Buenos Aires”.

Adriana cuenta lo vivido en estos días en San Luis. “Veo un gran crecimiento. Esta pista tiene las mejores luces del país, el año pasado vine, pero ahora vi muchas mejoras. En lo deportivo vino gente de muchas provincias, armadores y jueces de Buenos Aires y Córdoba, vi a chicos que el año pasado saltaban en escuela y este año subieron diez centímetros; vino Victoria Chiappero con el caballo con el que va a buscar un lugar en los Panamericanos, los profesores se juntan, sacan dudas y comparten experiencias”.

Para Portiglia sobresale el “buen comité organizador (del Centro Hípico Terrazas del Portezuelo), que le puso mucha fuerza al evento. Hay que juntar premios y es difícil lograr que la gente se traslade, en este deporte se complica porque las distancias encarecen todo y hay que hacer un esfuerzo importante”.

En la tarea de los jueces, dice: “Tenemos que ver todo, ser juez de equitación es más fácil que ser árbitro de un partido de fútbol, acá no es tan controvertido. Si un palo se cae son 4 faltas, si se cae el caballo también 4, hacer un recorrido diferente o pasar la línea imaginaria de los obstáculos es penalización; hay que garantizar el fair play, con un piso apto para que el caballo y el jinete no se lastimen. La FEI (Federación Ecuestre Internacional) nos pide a los jueces y delegados técnicos garantizar el espectáculo. Hoy saltan y las vallas caen apenas se tocan, entonces los caballos ya no tienen el peligro de engancharse y lastimarse; debemos estar atentos al doping y recordar que son animales de 600 kilos, que en lugar de descanso si se enganchan con un clavo se pueden arrancar la cara, entonces hay que tener mucho cuidado con todas esas cosas y fijarnos en todo. Después, éste es un deporte individual y ante igualdad de condiciones nadie se pelea”.

Adriana dice sobre el piso de la pista de San Luis: “Es complicado hacer un piso de cero, si es pesado los caballo se lastiman los tendones, si es duro se lastiman las manos; un caballo recibe en sus manos todo el peso, más el del jinete, desde dos metros de altura, y si no hay un buen piso pueden terminar con lesión. Este es un piso de 8 puntos, estamos con las mejores condiciones”.

Portiglia cuenta que “aquí se saltó 1,40 el máximo; y en el país el máximo es 1,60 y hay doce caballos aptos, no es fácil llegar hasta ahí y tener un caballo, mantenerlo sin venderlo. El nivel argentino es Panamericano, para el Mundial y las Olimpiadas quedamos lejos, pero en el Panamericano nos puede ir bien, por equipo podemos entrar quintos o sextos, detrás de Estados Unidos, Canadá, México, Venezuela y Brasil que son muy fuertes”.

Adriana Portiglia advierte que en “San Luis el crecimiento del hipismo se nota”. Y volverá pronto, “porque siempre hay buenos torneos y esta pista mejora permanentemente”.