Roberto Chavero graba en la Casa de la Música

Roberto Chavero tiene el mismo nombre, el mismo apodo y la misma profesión que su padre. Que tuviera el mismo seudónimo sería mucho porque Atahualpa Yupanqui hay uno solo. Por estos días, Roberto está grabando en la Casa de la Música de Villa Mercedes una trilogía que recordará a su progenitor, dueño un cancionero que no tiene tiempo ni espacio. 
Sin nombre aún, el disco estará listo en setiembre y contendrá algunas de las canciones más emblemáticas del célebre autor folclórico.
Roberto también está al frente de la “Fundación Atahualpa Yupanqui”, que ayuda a la conservación de la historia e incluye un canal de You Tube donde tiene grabaciones y entrevistas con Atahualpa.
Como a su padre, a Chavero también le dicen "Coya", un apodo que lleva prácticamente desde que nació. Para el descendiente hay dos interpretaciones sobre esa denominación. 
La primera es por el aspecto físico, “como los que tenemos algo de sangre india en las venas”. Y la otra es como mandato para conservar una herencia o tradición: “Los Chavero llegaron de España al Río de la Plata en 1600 y desde ahí están repartidos aquí y en México, por lo que sabemos”, explicó.
Hace un tiempo, Roberto empezó a grabar una serie de canciones de su padre. Y le puso música a algunas poesías de Atahualpa que quedarán plasmadas en el disco que está grabando en San Luis. Chavero dijo que el álbum fue una decisión personal para continuar con la historia.
Con músicos de Buenos Aires, Córdoba y Colombia, el disco continuará sus grabaciones en Puerto Alegre, Brasil, donde lo esperan dos instrumentistas que, por cuestiones de costos, no pudieron viajar a Villa Mercedes. 
Son músicos que tocan guitarra, triple, cuatro, contrabajo y quenas, y percusión con güiros, maracas, cucharitas y bombo argentino. “Tuvimos que enseñarle los ritmos con el bombo, porque tiene un sonido único”, explicó el autor.
La decisión de ir al suelo mercedino para grabar el disco tiene una explicación por parte del autor: “Buenos Aires es una ciudad que me tensa mucho, en cambio acá me junto con amigos y charlamos, no estamos pendientes de otros asuntos”, dijo. La tranquilidad y una deuda afectiva con la ciudad donde vivió ocho años, hace que no olvide la esquina de Belgrano y Juan W. Gez, que lo cobijó en su estancia mercedina. 
Pese que ahora reside en Calamuchita, conoce Villa Mercedes “de cabo a rabo porque le tengo un afecto enorme, hasta me atreví a componer la tonadita ‘Villa Mercedes te canto’, por cariño a esta ciudad, que tiene un espíritu provinciano hermoso que me nutre”.
Acorde a los tiempos, el disco tendrá soporte físico en audio y en video, ya que filmarán un documental sobre la grabación con imágenes del estudio y la ciudad que se verán en el DVD que acompañará la edición.
“San Luis tiene un hincha en mí porque la Casa de la Música tiene que convertirse en un lugar emblemático de la provincia. Los muchachos de afuera en cuanto lo vieron quedaron fascinados, no sabían ni que existía, ellos son como ‘el rumor que va al ras del pasto’”.
Para la grabación, en principio, quiso hacer temas ocultos del padre pero luego decidió aferrarse a las conocidas: “Es una forma de hacer conocer su repertorio”, dijo y se apuró en aclarar que su plan no es imitarlo artísticamente: “No tengo esa necesidad porque tengo una formación, conozco el mundo que describe la obra de mi padre porque crecí en zonas rurales”.