La flor más bella del Valle

La joven Alenka Gaveglio se coronó reina de la 26ª Edición de la Fiesta Nacional de la Dulzura, realizada en el Parque Recreativo de Merlo.
Alenka (el origen de su nombre es polaco y significa “rayo de sol”), destacó que se sintió muy bien, y recibió el apoyo de la familia, los amigos y compañeros de la Escuela Nº 26 María Palmira Cabral de Becerra de El Rincón.
La reina saliente, Victoria Monje, entregó el cetro que ocupó el año pasado -y que seguirá de ahora en adelante- en manos de Alenka Gaveglio, quien fue escoltada por Julieta Bonilla como Miss Elegancia y Micaela Lorenzo, la Miss Simpatía.
“Lo volvería hacer una y mil veces porque me encantó”, dijo fascinada la novel reina, que se presentó para experimentar el momento, ya que nunca había modelado ni estuvo en ningún concurso. “No tenía esperanzas de salir, mucho menos de ganar pero quería vivir esa experiencia”, comentó Gaveglio, inducida por sus amigas, Carla Ricci la anterior Miss Simpatía, y la reina anterior, Victoria Monje, que le contó que iba a convenciones, "conocía gente y estaba activa promoviendo el turismo y lo lindo que la pasó en esos viajes”.
Gaveglio será la cara visible de Merlo y su turismo, “viajar es un privilegio que no todos pueden tener y me encanta”, declaró la soberana, quien junto a las princesas electas, representarán a la localidad en diferentes eventos, locales, regionales y nacionales. “Se armó un grupo hermoso”, destacó de sus contendientes.
A los 17 años, cursa el último año del colegio pero entre sus planes futuros todavía no se decidió que hará el año próximo. Le gusta la fotografía, sacó fotos en eventos privados de amigos, “ellos saben que me gusta lo que hago”, al igual que otro hobby, el teatro, según confió.
Su abuelo y la madre se dedicaron a la actuación y su tía viajó por el mundo pisando las tablas teatrales. “Me llamó siempre la atención pero debería viajar a otro lado para realizarlo”, lamentó, pero en algo está segura: “Todavía no defino lo que quiero”.
La más bella entre las quince postulantes que tenían de 18 a 25 años, llegó a la corona en una decisión que le costó al jurado, integrado por miembros de la Secretaría de Turismo, el Emiprotur y representantes de la Facultad de Turismo y Urbanismo, pero que fue un proceso de lo más interesante.
La coronación estuvo a cargo de la intendenta Gloria Petrino, quien alentó a las participantes a seguir difundiendo a la Villa de Merlo con el mismo amor expresado esa noche.
La joven merlina se siente feliz y emocionada por el momento que vive ("todavía no caigo", dijo graciosa) pero sabe que su misión es viajar y fomentar la cultura merlina, la de su tierra.