Después de siete días de intensas investigaciones, el Departamento Informaciones logró recuperar 21 computadores portátiles, entre Notebook y Netbooks, que fueron robadas en un violento hurto de la escuela Nº 13 Profesor Roberto Moyano en la ciudad de Juana Koslay.
Algunas fueron recuperadas de terrenos baldíos cercanos al colegios, otras ocultas en lugares insólitos como debajo de un puente peatonal en plena avenida Santos Ortiz y en otros casos, los más difíciles, hubo que quitárselas de las manos a compradores que se quedaron sin computadora y sin el dinero invertido.
A pocas horas del robo, el 19 de agosto, los investigadores de la Policía supieron que lidiaban con ladrones inexpertos por el modo torpe en el que quisieron violentar una puerta quemando la cerradura. Poco después por mediciones de huellas y por el lugar por el que ingresaron quedó claro que lo que buscaban eran menores y de contextura pequeña.
A dos días del robo, encontraron ocultas en un terreno baldío, a tres cuadras de la escuela, algunas de las computadoras portátiles, cables, un monitor y otras componentes que pertenecen al Servidor del establecimiento que quedó sin internet.
Mientras intentaban encontrar datos alguna cámara de seguridad privada en las casas vecinas del colegio, un hombre se sinceró y entregó una de las computadoras que él mismo había comprado y le dio a los policías datos claves del vendedor, un joven de unos 17 años que ya tiene antecedentes por robo.
El joven delincuente, acorralado por la Policía, rápidamente que sus cómplices fueron un hombre de 16 años y dos mujeres de 14 y 17 años. Contó cómo se repartieron la tarea de la venta y también indicó cada casa en la que les habían comprado.
Los cuatro menores fueron llevados a la Comisaría del Menor y luego entregado a sus padres.
Ladrones torpes y dañinos
Los cuatro adolescentes ingresaron a la escuela rompiendo una ventana pequeña y una vez que estaban adentro se tomaron tiempo para poder violar la sala donde estaban las computadoras. Casi al estilo de las viejas películas de Hollywood, intentaron incendiar una cerradura de una endeble puerta de interior para abrirla hasta que se cansaron y la abrieron a patadas.
Destruyeron armarios y vidrios del interior de la escuela y lo que es aún peor se robaron cajas de té, mate cocido y recipientes que se utilizan para darle desayuno y merienda a los alumnos. Algunos de estos insumos fueron encontrado junto con el servidor y algunas netbooks en el baldío que está pegado a un barrio privado, a tres cuadras de la escuela
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