El nuevo Código arrancó con muy pocas consultas en la provincia

A pesar de los numerosos cambios que introdujo el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación en materia de familias, principalmente, durante la primera semana, en los juzgados de San Luis al parecer no entraron presentaciones que invoquen los artículos que debutaron el 1º de este mes. Tampoco generaron consultas en el Registro Civil, donde los empleados esperaban –con un “manual de procedimiento” en mano- responder cada una de las dudas.

A una semana de su implementación, los puntanos no salieron corriendo a las oficinas judiciales o del Registro para solicitar un divorcio exprés, adoptar con mayor facilidad, certificar una unión convivencial o establecer un acuerdo pre o posnupcial en el matrimonio, entre otras nuevas normas que regulan las relaciones.

Por el contrario, en provincias de mayor cantidad de habitantes, como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, los abogados y la comunidad en general sí tuvieron una semana bastante agitada, según contó el juez titular del Juzgado Civil, Comercial y Minas Nº 4, de San Luis, Agustín Ruta.

“En nuestra provincia todavía no tuvimos el movimiento que se esperaba, a diferencia de jurisprudencias más grandes donde solicitaron mayormente los divorcios, las adopciones y los acuerdos matrimoniales. Pero acá casi que no tuvimos planteos; sólo algunos por accidentes de tránsito, daños y perjuicios o sucesiones. Pasa que a veces uno demora hasta seis meses para armar una demanda, y ahora más, con todos estos cambios”, explicó Ruta.

El mismo escenario se vivió en el Juzgado de Familia, a cargo de Estela Inés Bustos.

“Por el momento no tengo expedientes nuevos. Pueden llegar a estar recién en la Mesa General Única, pero a mí no me llegó nada”, sintetizó la doctora.

Mauro Sabatini, abogado de Villa Mercedes dedicado a la rama civil, principalmente, explicó que todas las presentaciones, tanto las nuevas como las que ya tienen curso, deben ajustarse a la legislación actual, ya que “no se puede seguir aplicando una ley que está derogada”. “De una u otra manera, su influencia es inmediata, porque todos los casos, más que todo en familia, cambian porque ya entró en vigencia. Entonces, los expedientes que estén por generarse y los que ya están en marcha, deberán ser adecuados”, advirtió.

Para el director provincial del Registro Civil y Capacidad de las Personas, Gastón Tula, la falta de uso de las nuevas leyes tiene que ver con la cultura puntana.

"San Luis, como gran parte de Cuyo, es más conservador. Me parece que este punto es el que lleva a que nos movamos un poco más despacio. Por eso, hasta ahora, no tuvimos que hacer trámites que se relacionen con el nuevo Código: no vinieron a establecer uniones convivenciales o a invertir el orden de los apellidos, por ejemplo. Tuvimos algunos que otros pedidos de turno para casarse, pero sin pensar en los acuerdos prenupciales. En cambio, en Buenos Aires, sé que tuvieron un aluvión de cambio de orden de apellidos. Nosotros nos acostumbramos y es difícil que cambiemos tan rápido”, explicó Tula casi con una mirada sociológica.

De todas maneras, el Registro se mantiene al pie del cañón con las capacitaciones. “Estamos con interconsultas permanentemente. Y los propios empleados se ayudan por un grupo de la red social Facebook, para sacarse todas las dudas. Igual, hemos sectorizado todo el interior, con delegaciones cabeceras que abarcan a los pueblos más chicos, para poder gestionar los nuevos trámites”, avisó el encargado del área.

Entre críticas y vacíos legales

Lejos de haber cubierto todo el espectro, los especialistas aseguran que todavía hay “vacíos legales” que deben empezar a analizarse para poder taparlos.

Además de señalar la falta de legislación sobre los derechos individuales homogéneos (por las acciones de amparo colectivas) y el derecho al agua, Ruta aseguró que el Código tiene normas procesales que fija pautas para todo el país, cuando en realidad debería ser competencia exclusiva de cada una de las provincias.

“El Código de fondo es el de la Nación, y está perfecto. Pero las cuestiones de procedimientos tienen que ser definidas por cada jurisprudencia”, explicó el abogado y recordó cómo San Luis fue pionera en las legislaciones que apuntan a la ecología y los derechos privados.

Mientras que para Sabatini, al haber aplicado cambios tan profundos, es lógico que con el correr del tiempo surjan vacíos, contradicciones y puntos a repensar.

“Me parece bien el tema del divorcio, en el sentido que antes, si te querías separar, tenías que cumplir una serie de requisitos que en definitiva limitaban tu decisión sobre la separación. Fue un acierto. Pero por ejemplo, respecto a la posibilidad de elegir cualquier nombre para los hijos, más allá que no tengan que ser ridículos, un padre puede ponerle uno que le parece acertado, pero que en realidad después lo sufre el niño durante todo su desarrollo; o uno que le signifique al chico una carga política, cuando en realidad no debería por qué tenerla”, criticó el abogado mercedino en referencia al bebé de Córdoba que fue bautizado esta semana como Fakundo Máximo.

“En definitiva, es todo un desafío que demanda un estudio profundo por parte de todos los operadores jurídicos. Y también por parte de la sociedad en general, porque para poder ejercer los derechos, hay que conocerlos; para que el día de mañana, ante un problema, podamos invocarlos. Pensemos que el Código le exige a los jueces argumentos racionales, con sentido común para solucionar un conflicto entre las personas. Y acá es donde tenemos que conocer nuestros derechos”, concluyó Ruta.