Fidel y Hugo Albornoz recordaron a su hermano como alguien “laburador, muy macanudo”. “Kiko”, como lo llamaban, murió hace una semana en el Hospital San Luis, tras agonizar 31 días. El 14 de agosto a la mañana, un sobrino de 18 años lo agredió en plena calle, frente a la sede de Ansés en San Luis, y las lesiones que sufrió fueron tan graves que nunca logró recuperarse. Según contaron familiares, la víctima y su atacante tenían problemas de vieja data por tierras que comparten en el norte provincial. En medio del duelo por la pérdida, Fidel y Hugo están seguros de que la golpiza que recibió su hermano fue planeada y exigen que la Justicia detenga a los responsables.
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