Le arrojaron agua hirviendo a un policía en un procedimiento

El domingo a la tarde, un sector de la avenida Fuerza Aérea se revolucionó con un procedimiento policial. Todo comenzó cuando un joven le revoleó un vaso de vino a un patrullero, pero la situación pronto se desbordó y terminó con dos móviles dañados, un policía herido y uno de los agresores detenido.
A las 19:30, una operadora del Centro de Atención de Emergencias llamó a la Comisaría 38ª para que atendieran un servicio. Un vecino que vive en inmediaciones de calle Los Inmigrantes y Granaderos Puntanos había denunciado al 911 que un grupo de jóvenes en estado de ebriedad molestaban a la gente del barrio. Minutos después, dos agentes abordo del móvil 1-723 partieron hacia allí por Fuerza Aérea al sur.

El móvil 1-723 terminó con la sirena y una óptica rota. El 1-711 con una puerta abollada.

Pero nunca llegaron a destino, porque frente a las viviendas bioclimáticas, un joven que cruzaba la calle le arrojó un vaso de vino al auto y luego, cuando se detuvo, una piedra. 
“Esa persona se dio a la fuga a pie e ingresó al pasillo del barrio Scac hasta una vivienda en el lote 14”, informó el oficial principal Martín Moyano, subjefe de la Comisaría 38ª. “El personal policial, avalado por el código de procedimiento de persecución, ingresó detrás de él, pero en el interior de la vivienda se produjo un forcejeo con familiares del sospechoso, que trataban de evitar la detención”, detalló. “En esa pelea uno de los familiares del detenido le tiró una pava de agua caliente a uno de los efectivos y le provocó quemaduras en la pierna derecha”. 
Pese a ello, el auxiliar Luis Moyano continuó su lucha contra el sospechoso, que en un momento “logró zafarse y meterse a una de las habitaciones. Ahí fue reducido y sacado a la fuerza hacia el pasillo del barrio”, contó el policía. Pero lejos de concluir el problema se agravó, porque una vez fuera de la vivienda al grupo agresor se sumaron otros vecinos, que comenzaron a apedrear el patrullero de Moyano y su compañero y a otro del Comando Radioeléctrico que acababa de llegar en apoyo del 1-723.
Al segundo patrullero, el 1-711, perteneciente al supervisor del Comando Radioeléctrico, le hundieron la chapa de la puerta trasera derecha a patadas. Al móvil base de la Seccional 38ª ya le habían roto la sirena y parte del techo con la primera piedra y luego la óptica trasera derecha en el disturbio que hubo dentro del barrio.
Un tercer móvil del Comando con dos policías llegó a auxiliar a sus compañeros, pero los efectivos eran superados en número y “fue imposible terminar el procedimiento en el lugar, así que hubo que llevarse al detenido a la comisaría para hacer allí las actas correspondientes”.
El revoltoso resultó ser Fernando Oyola, de 18 años. “Su DNI dice que vive en el barrio San José, pero entendemos que reside en el lugar donde fue detenido”, detalló la fuente. En el informe que pidió la Policía no figura que tenga antecedentes, aunque ahora eso cambiará con la causa que le iniciaron. “Le imputamos lesiones, atentado y resistencia a la autoridad y daños a bienes del Estado provincial”, acotó el subjefe de la 38ª.
El auxiliar herido, de 31 años, estará unos días fuera de servicio. “Afortunadamente, el pantalón de combate del uniforme es grueso y resistió, haciendo que las quemaduras con el agua hirviendo no fueran graves. Pero sí le quedó una marca”, aseguró Moyano. Además, el policía también terminó con la muñeca derecha vendada. “Aparentemente también tiene una fisura producto del forcejeo con Oyola”, concluyó la fuente.
La causa está en manos del Juzgado Correccional y Contravencional de San Luis, a cargo de Marcelo Bustamante Marone.