El jueves, a poco de que llegara el 2016, Carlos Candia, su mujer, María Agüero, y sus hijos, Benjamín Candia y Carlos Agüero, se subieron a su Peugeot 404 celeste y recorrieron los aproximadamente 40 kilómetros que separan el paraje donde viven, El Rambloncito, de la localidad de La Calera, en el Departamento Belgrano. Allí, junto a la familia de María, tuvieron el festejo que antecedió a la tragedia que se desataría en la ruta Nº 26, cuando regresaban a su casa. El viejo 404 que Carlos manejaba chocó de atrás a una camioneta utilitaria en la que iba otra familia. Carlos, su esposa y sus dos chicos salieron despedidos en los tumbos que su auto dio antes de volcar en una ruta de terreno árido, de bajo tránsito y sin señal de celular. Carlos, de 7 años, murió este sábado a la tarde en el Hospital Materno Infantil de San Luis, por las severas lesiones que tuvo en la cabeza.
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