Los supuestos vínculos que tendría Carlos Ahumada Kurtz con el tráfico de efedrina, y en particular con ex funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner, tuvieron gran repercusión en los medios nacionales por las que pasó el empresario, y principalmente en México, país en el que residió muchos años.
Ahumada llegó a San Luis luego de estar al frente, a través de su empresa Productora Deportiva SA, del club Talleres de Córdoba. Así lo recordó el diario de esa provincia "La Voz del Interior", al informar sobre los operativos que ayer buscaban encontrar a los prófugos Martín y Cristian Lanatta, y Víctor Schillaci, condenados a perpetua por el Triple Crimen de General Rodríguez.
Al comentar los pocos avances en la búsqueda de los fugados (que ayer parecía ceñirse tras los tiroteos en Santa Fe), "La Voz" apuntó que, "en medio de esa cancha tan embarrada como compleja, reapareció en escena la posibilidad de que el ex gerenciador de Talleres, Carlos Ahumada, haya tenido algún tipo de vinculación con la fuga".
"Martín Lanatta había señalado que Ahumada había sido nexo económico entre él y el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández", recordó el matutino cordobés.
También en una nota de opinión titulada "Extrañas y peligrosas relaciones", el diario señala que el argentino-mexicano se habría contactado con Eugenio Zaffaroni, ex juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a través de Jacobo Grossman, que era entonces su representante legal. Según "La Voz", hoy Grossman representa al ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou en varias causas por corrupción.
Pero en México, la fuga de los hermanos Lanatta y Schillaci puso a Ahumada otra vez en la primera plana. El periódico online "Milenio", al dar cuenta del triple escape ocurrido a fines de 2015 en el penal de máxima seguridad de General Alvear, relató que los tres buscados estaban condenados por el Triple Crimen, y que "en esa misma causa, aparece involucrado el empresario argentino-mexicano Carlos Ahumada Kurtz, a quien recientemente se le asoció al tráfico de uranio a China y al Cártel de Guerreros Unidos de acuerdo a la declaración de Sidronio Casarrubias, líder de esa organización criminal, a la PGR, publicada por Milenio a principios de noviembre pasado".
"En una de sus últimas declaraciones ante la Justicia, Martín Lanatta vinculó directamente a Ahumada en el negocio de la efedrina. Según Lanatta, fue dos veces a su casa (en Buenos Aires) junto a un agente de inteligencia conocido como Máximo, a quien la justicia aún no ha podido identificar", agregó el diario online, en coincidencia con lo que publicó anteayer el matutino porteño "Clarín".
Otro medio mexicano, "24 Horas", también se hizo eco del caso. Refrescó que los Lanatta y Schialli están acusados de haber asesinado a los empresarios Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina "por órdenes de Ibar Esteban Pérez Corradi".
"Las autoridades indicaron que Pérez Corradi manejaba el millonario tráfico de efedrina hacia México y tenía vínculos con el Cártel de Sinaloa, pero mandó a eliminar a Forza, Ferrón y Bina porque quisieron competirle en el negocio y venderles ellos mismos el precursor químico a narcos mexicanos. Asimismo, en declaraciones a medios locales de Argentina, Martín Lanatta acusó que el empresario argentino-mexicano, Carlos Ahumada Kurtz presuntamente tenía vínculos con el negocio de la efedrina", añadió.
"El Diario de Yucatán" también publicó notas al respecto, casi en el mismo tono que "24 Horas". Y otro medio regional, "Diario Oaxaca", coincidió con sus pares, basándose en la nota publicada por "Clarín" hace dos días.


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