El éxito de la 5ª edición del Comic-Con San Luis

En la entrada del complejo Arenas de La Punta, un venado motorista dio la bienvenida a la 5º edición de la Comic-Con San Luis, el encuentro que tuvo una gran convocatoria el fin de semana.
Como en cada oportunidad, los fanáticos de las historietas, el cine y las series de televisión, pudieron adquirir algunos “souvenirs inconseguibles”, completar la colección de comics o simplemente saciar su gusto por conocer detalles de los entrevistados, ya que el encuentro se transmitió por circuito cerrado en todos los locales del hotel.
El fandom pudo conocer a artistas top del mainstream comiquero, a los autores, dibujantes y artistas más importantes de Argentina -muchos de ellos con trascendencia internacional- que debutaron en esta ocasión, o saludar nuevamente a los reincidentes, entre ellos Ariel Olivetti, Luciano Saracino, Jok, Alejandro Semz y varios más.
Cada uno de ellos, conocedores del protocolo del fanático, posaron para las fotos, dibujaron alguna pieza original o simplemente firmaron un ejemplar reconocido.
Los maestros del trazo heroico vinieron con las maletas llenas de sus trabajos pero para el coleccionista, su firma o un dibujo original tiene un valor afectivo si la revista es de la colección personal.
Es como un bonus track en un ejemplar que terminará en una bolsita cerrada al vacío y no conocerá el aire ni la luz, enemigos mortales para su conservación.
Lo interesante de este encuentro es que aquellos que no tienen la posibilidad de adquirir sus favoritos, ya sean comics de superventas o los de culto, pudieron rastrearlas en las mesas.
Hubo para todos los gustos:  posters, remeras, revistas y merchandising de los clásicos (Star Wars, los superhéroes y el animé conocidos), los que supieron hacerse un espacio (gracias a las sagas cinematográficas de los libros de Harry Potter y Crepúsculo) y las novedades, con varias series de tv a la cabeza, como el exitoso “Stranger things” y la recordada “Breaking Bad”.
Un recordado de la TV es el luchador de 100% Lucha “La Masa”, cuya visita se debió al rodaje de la película de “El cazador”. Tanto él como su creador, Jorge Lucas, tuvieron sus stands correspondientes y contaron detalles del proyecto (ver recuadro).
Con fuerte impronta en la Puntanidad, el venado antropomorfo de los afiches convivió con un grupo de superhéroes puntanos, ya que fue el debut en una convención para la editorial puntana “Trinity Comics”. Sus responsables, Mariano Medina y Jorge Giménez Roca, viajaron hace poco a la Comic Con de Rosario, pero allí sólo mostraron bocetos y adelantos. En la convención de su provincia pusieron todo el material a la vista.
El domingo Medina y Giménez Roca abrieron la jornada con una conferencia en la que dieron detalles y aspectos esenciales de los primeros superhéroes puntanos en papel ilustrado, con la presencia de los dibujantes y guionistas Alejandro “Burda” Burdisio, Jok y Capristo. A ellos se sumaron los artistas locales Dido, Diego Corbino y Débora Ember, creadores junto a Medina y Giménez Roca con sus guiones y trazos de varios personajes, entre los que están “Quirquincho pesado”, “Corolario impune”, “Estrella fugaz” y “Estelares”.
Fueron varios referentes que colaboraron con la propuesta puntana sin olvidar a “un monstruo de la historieta nacional”, como definieron los productores a Olivetti, de gran trayectoria en el medio, y calificado por la organización como “El padrino de la Comic Con San Luis”, presente desde la primera.
En el pasillo que unía las dos salas de exhibición estuvieron las esculturas en hierro, mientras que en el parque hubo torneos de arquería y soft combat (luchas con escudos y espadas de goma).
Dentro de las salas se llevaron a cabo campeonatos con juegos de mesa, de cartas y de rol, y los que tenían tiempo, tomaron un curso acelerado en la escuela de dibujo, de maquillaje escénico y de moldeado.
Un rasgo distintivo es que cada vez hay más adultos que se animan al disfraz, un aspecto que hasta hace poco sólo pertenecía al terreno de los adolescentes o los más chicos, que son desinhibidos por naturaleza, por lo que muchos cosplayers se sumaron a la movida.
Entre los que se animaron al cosplay hubo un muerto caminante que daba “abrazos gratis sin morder cerebros”, una despampanante heroína de animé que llamó -demasiado- la atención por sus pocas prendas y una catrina que con su cara de muerto mexicano asustó a un pequeño, que corrió hacia su madre.
Los pasillos del complejo Arenas de La Punta fueron un universo donde villanos convivieron en paz con los héroes y no hubo problemas con las franquicias: por ejemplo un Darth Vader, de Star Wars, se abrazó con Batman;  un cazador sostuvo a un dino bebé, y un ninja asesino saludó a un Picachú de peluche.
Todos coincidieron en que lo peor de tener la cara pintada era no poder rascarse la nariz.