Ana Prada: "Busco el alma de las canciones"

En una chacra de las afuera de Unquillo, Ana Prada no tiene señal de internet ni teléfono. Sin embargo, está contenta con el contacto con la naturaleza y con lo avanzado de la gira que hoy la traerá a tocar por primera vez en San Luis, pese a que tiene una relación especial con la provincia: en La Casa de la Música de Villa Mercedes grabó su segundo disco, “Soy pecadora”.

La llegada de la cantante uruguaya no es en plan solista, sino como parte del espectáculo “Canciones yeguas”, que comparte con su amiga de la infancia Pata Kramer. Ariel Polenta, un prestigioso tecladista argentino completa el cuadro que subirá hoy al escenario de “Gran Charlie”.

Recién almorzada, con su habitual buen humor e interesada por la suerte del equipo argentino en la final de la Copa Davis, la compositora habló con ETC.

—¿Tenés algún recuerdo particular de Villa Mercedes?

—Todos hermosos. Pasamos unos días muy lindos en La Casa de la Música, cuando todavía no estaba terminada, así que creo que fue el primer disco que se grabó en ese estudio. Tengo el recuerdo de que sacaban los micrófonos de la caja y los ponían para que los usáramos. Y de la gente me acuerdo que íbamos a comer a un  restaurante de la Calle Angosta y los dueños, un matrimonio muy simpático, nos ponía una botella de fernet y nos decía que anotáramos lo que consumíamos, para después cobrarnos.

—¿Cómo ves a la perspectiva ese disco?

—Tengo tres discos, todos distintos y que responden a distintas etapas de mi vida. Y tienen la particularidad que los tres fueron grabados por distintos productores, así que tienen también variedad en la estética. Siempre trato de buscar el espíritu, el alma de las canciones.

—¿Te acostumbraste a trabajar en dúo?

—Con Pata nos conocimos cuando éramos estudiantes y hacíamos un show en un bolichito de la Ciudad Vieja en Montevideo. Queríamos ganarnos la vida con el canto y armamos ese show. Nos reencontramos 18 años después y quisimos repetir la experiencia. Y pareció que no nos olvidamos de tocar juntas. Planeamos hacer unos pocos shows y este año ya hicimos como 40.

—¿Están juntas en el escenario o alternan?

—Siempre juntas, haciendo canciones de ambas y de algunos compositores a los que admiramos. Nos divertimos mucho, pese a que algunos temas hablan de cuestiones un poco densas con las que queremos tocar una fibra, como la diversidad y la violencia de género.

—¿Es consciente eso o sale naturalmente?

—No es que nos ponemos la bandera y salimos a decir cosas, pero el hecho de subirse a un escenario está relacionado con la idea de salir a contar, a comunicar un pensamiento, siempre con total respeto y admiración hacia la gente que realmente está comprometida con esas causas.

—Por los dúos con Pata y Teresa Parodi ¿dejaste a un lado tu carrera solista?

—Un poco relegada está. Este año hice un videíto de una canción pero no tuve tiempo de hacer más cosas. Pero antes de fin de año me voy a juntar con la banda para hacer un par de conciertos y planificar el 2017.

—¿Creés que los músicos uruguayos son mejor recibidos que otros extranjeros en Argentina?

—Es que somos como hermanos menores, nos cuidan, nos tratan con cariño, nunca fui discriminada ni me hicieron sentir extranjera en Argentina. Yo nací en Paysandú y la verdad  es que, musicalmente, estoy muy influenciada por el folclore del litoral y por el rock argentino. El rock de acá era mi rock nacional.