La puerta del minishop estaba acostumbrada a recibir las tradicionales fajas de clausura con letras rojas, por no respetar el horario de venta de bebidas alcohólicas, pero el jueves por la noche recibió la orden del cierre definitivo. El local estaba ubicado frente a plaza San Martín y tenía pendiente su clausura definitiva desde el año 2015, pero el proceso de apelación que había iniciado el propietario fue rechazado y ya no podrá volver a abrir sus puertas. Además, otro conocido bar céntrico fue clausurado por no contar con habilitación.
Según indicó el jefe de la Unidad de Controles e Inspección Municipal (UCIM), Jorge Rodríguez, el comercio “Beverage” contaba el récord de 16 procedimientos de clausura. El pequeño local anunciaba en sus puertas que vendía jugos, licuados, cigarrillos, golosinas y snacks, pero su fuerte eran las bebidas (de hecho su nombre significa bebida en francés). El problema es que no respetaba la ordenanza 1.202 que prohibe vender alcohol entre las 0 y las 8, incluso era uno de los puntos más criticados por los problemas que solían originarse en la plaza, justo frente al negocio.
“Tenía muchos antecedentes en el Juzgado, la medida se tomó por incumplimiento en reiteradas oportunidades. Además de no respetar las resoluciones del Juzgado no cumplía con las ordenanzas que rigen el funcionamiento de los locales comerciales en la ciudad”, explicó Mónica Fernández, juez de Faltas Municipal.
La jueza le dijo a El Diario que había ordenado la clausura definitiva en el 2014, pero el año pasado el propietario, Hugo Montenegro, había apelado esa medida ante el Poder Ejecutivo Municipal. Recientemente la Asesoría Letrada rechazó ese recurso y dejó firme la sentencia, por ello el jueves a las 21 los inspectores de UCIM volvieron a poner las fajas de clausura por última vez.
Un bar sin habilitación
Otro conocido comercio ubicado en el centro de la ciudad, avenida Mitre casi Edison, luce por estos días la faja de clausura, en este caso de manera preventiva. El local denominado “El bar” (ex bar Thomas) fue cerrado por no contar con la habilitación municipal correspondiente, según confirmó la jueza Fernández.
Por otro lado, en las últimas semanas también la patrulla nocturna a cargo de la jefa del Programa UCIM, Silvia Acosta, realizó actas de infracción porque el lugar no respetó el horario de cierre ni el de venta de bebidas alcohólicas. “Por esta causa citamos a las partes, a la dueña y a los inspectores y se realizó un juicio, cuya sentencia está próxima a salir. La clausura de ahora es porque no tiene la habilitación para poder ejercer la actividad comercial”, indicó la responsable del juzgado de Faltas.
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