La Vª Brigada Aérea fue una fiesta el martes pasado. Después de más de dos años, nuevos pilotos se transformaron en halcones y lograron realizar el ansiado “vuelo solo” comandando un codiciado A4-AR.
La ocasión fue tan especial que hasta llegó el jefe de la Fuerza Aérea Argentina, brigadier general Enrique Víctor Amrein, y toda la base vivió un día emocionante junto a los cuatro flamantes pilotos de caza.
Para agasajar a los miembros de la fuerza e invitados especiales se montó un puesto de bebidas que atendían los más jóvenes de la base. Los atentos “barman” convidaban en copas gaseosas y aguas saborizadas, pero en un rincón de su puesto estaba la joya: una chopera que simulaba ser una cabina de un avión de combate.El dispositivo tenía un tablero con todo el instrumental de una aeronave y para servir un espumante vasito había que accionar una palanca que tenía la forma de un comando aeronáutico.
Mientras que los cuatro pilotos agasajados tuvieron que pasar más de diez años en formación para poder subir solos a un A4-AR, muchos pudieron sentir que piloteaban otra aeronave y al instante saborear una cerveza bien fresca sin grandes esfuerzos.
Hubo algunos invitados que disfrutaron la sabrosa bebida a base de malta y luego también se deleitaron con el vino de primera marca que sirvieron en el almuerzo. Cuentan que esos hombres al final de la tarde, volvieron a la “chopera-cabina”, ya no para buscar un poco más de cerveza, sino para intentar sacar el radar del tablero y así encontrar el camino de regreso a casa.
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