En el lado oeste de la calle Borges, justo al final del barrio Pablo Díaz, el hacer actividad física por la bicisenda no es tarea fácil ni mucho menos placentera. El trayecto que está entre Entre Ríos, a pasos del canal de la Dársena, y la calle Betbeder, representa un riesgo para los ciclistas y caminantes por la cantidad de motos que circulan a gran velocidad. Los vecinos pidieron más controles.
La zona es sumamente pintoresca: tiene buena sombra, está rodeada de césped y no hay grietas en la carpeta asfáltica del sendero. Sin embargo, los comentarios de los vecinos describen una zona con poca iluminación y con el pormenor de los motociclistas que se adueñan de un espacio que es prohibido para ellos.
"Mis hijos no salen a jugar en la bicisenda. Hace un tiempo me chocó una moto porque iba caminando y pretendía que me bajara de la vía. Como no lo hice, me alcanzó a empujar con el manubrio y una bolsa (que llevaba el conductor en la mano) y encima me insultó", contó Tatiana Amaya, una vecina que vive a menos de dos metros del camino.
Claudia, una mujer que tiene su casa frente a la ciclovía, sostuvo que "el mayor problema son las motos que andan a una velocidad altísima. Son un peligro para quienes pasan corriendo o en bici. Está iluminado sólo del lado del barrio, aunque se ven dos o tres luminarias. El mayor peligro está pasando Betbeder (hacia el lado del puente Miranda), esa parte es una boca de lobo por las malezas que hay, donde algunos pueden esconderse".
El fin de semana, en una página de la red social Facebook, un joven de la zona alertó a los integrantes del grupo porque habían robado el celular a una chica que caminaba por la bicisenda, frente a la parte trasera de una quinta. Otras personas de la barriada enviaron más de veinte comentarios que aseguraban que no era la primera vez que ocurría, aunque no habría sido denunciado en la Comisaría 12ª, que tiene jurisdicción allí.
"No hemos tenido conocimiento de algún hurto durante el fin de semana. Siempre hacemos recorridos por ese sector porque el paso de la gente es a toda hora, de día o de noche, incluso algunos conductores han formado nuevos caminos por arriba de la bicisenda. Pero a veces debemos salir por otras cuestiones y no podemos controlar. Permanentemente pedimos la documentación a los que por allí transitan, les quitamos el rodado y hacemos la multa por circular por lugares prohibidos, nos han quedado muchos ciclomotores en el destacamento porque no las retiraron nunca", manifestó el inspector Guzmán, a cargo de la Comisaría.
El efectivo policial describió que la mayoría de los infractores la ocupan a la mañana bien temprano, alrededor de las 6, cuando van a trabajar y cortan por la ciclovía.
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