"Go to market", la feria itinerante que fue un atractivo en "Los Cedros"

Realizadas cada vez con más frecuencia, las ferias de diseño ofrecen un paseo de compras, pero también un lugar para entretenerse, una mesa gastronómica de complemento, un poco de música y un punto de encuentro. Todo eso puede hacerse en lo que antes era una seguidilla de stands con productos artesanales.

Los vinos de la bodega "Los Coros" de Payné, "Calígula", estuvieron a la venta durante toda la tarde. En el mismo puesto había frascos de dulce de higo artesanal, que fueron sensación.

“Go to market”, una de las ferias itinerantes que hay en la provincia, redobló la apuesta para su sexta edición y se mudó a “Los Cedros”, el pueblo cultural de Estancia Grande que el domingo a la tarde recibió a cientos de curiosos. Ropa, accesorios, adornos y obras de arte conformaron una parte de la oferta.
La tendencia de las ferias es ampliar la gama de actividades y ofrecer a los visitantes algunas actividades extras para que no todo se agote en el gasto. El domingo, por ejemplo, a la caída del sol, Romina, una profesora de yoga, dio una clase en medio de la naturaleza que será muy difícil de olvidar para sus alumnos.
A eso se sumó, ya de noche, un desfile de modas y la actuación de “Guernica”, una banda puro funk que completaron un encuentro que tuvo de modo permanente a un DJ musicalizando las charlas y a un grupo de malabaristas demostrando sus virtudes.
La disposición de los puestos fue muy prolija. En el amplio patio anterior de Los Cedros, bajo la sombra de los enormes árboles, se instalaron los vendedores de adornos y elementos para el hogar. Y en la zona de las construcciones –cerca de Fetiche y El Patio de las Lunas- estuvieron las casas de ropa.
Entre la vegetación, Alejandra ofreció plantas sin macetas tratadas con kokedama, una técnica japonesa que trabaja con bolas de musgo. La mujer  vende esos productos a 140 pesos y fue a la  feria con un objetivo particular. “Queremos hacernos conocer y que la gente sepa cómo trabajamos”, dijo la vendedora que hace envíos a domicilio.
A unos pocos stands de distancia, María y su esposo ofrecieron sus coquetos trabajos en cerámica, que iban desde lámparas a ceniceros y posavasos. Ambos son los propietarios de "EME arte y diseño", una empresa acostumbrada a participar de las ferias.
Si el visitante no se lleva nada de los puestos, los expositores al menos le entregan una tarjetita que a veces no tiene más que el nombre del negocio y la dirección de Facebook. Las redes sociales son otra plataforma de venta y difusión de los diseñadores de “Go to market”.
Una chica que ofrecía sus remeras en “Cactuskei” demostró la conjunción posible entre artesanía y ciberespacio. “Los dibujos los hago yo misma a mano y cada vez que termino una remera, subo la foto”.
El patio de comidas fue tan original como los stands de diseños. Por 30 pesos hubo licuados de cualquier fruta que salían con la misma frecuencia que la cerveza artesanal y sándwichs de pernil por 60 pesos. Pero ante el marco natural, la vedette de las mesas fue la paella verde que hicieron algunos alumnos de la escuela Borja Blázquez.