Cansado, indignado y desanimado. Así se sentía esta tarde Alfredo Ramírez, propietario de la clásica lomitería puntana, “Tío Calambre”, tras sufrir un nuevo robo en su local, ubicado en la calle Obispo Orzali, frente al Hospital San Luis. “Con esta ya son 70 las veces que me robaron en 12 años”, confió Ramírez a El Diario.
Cerca de las 16:30, un vecino que vive arriba del local escuchó ruidos y, al mirar por la ventana, pudo ver como dos jóvenes escapaban con una máquina de cortar fiambres y otros elementos. Según le contó el hombre a Ramírez, un taxi esperaba a los ladrones en la puerta de la lomitería, luego se subieron y se fueron.
Ramírez recibió rápidamente el llamado de su vecino, quien le informó de lo sucedido. Al llegar a su local, se encontró con la puerta de chapa trasera y las ventanas rotas. Por allí habían entrado los ladrones, a plena luz del día. No sólo robaron, sino que también causaron roturas en el interior y le dejaron todo completamente revuelto.
Entre los elementos robados se cuentan una cortadora de fiambres, cuchillos y herramientas que guardaba en su cocina, un taladro y una amoladora. Además, le destrozaron la caja registradora.
Ramírez no quiso hacer la denuncia. Explicó que nunca recuperó nada de lo que le sustrajeron. Se mostró indignado con la forma de operar de los ladrones, que tenían a un taxista de cómplice, por lo que reclamó a las agencias de taxis un mayor control a la hora de elegir a sus choferes.
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