El final del carnaval Puntano fue a pura celebración, como corresponde a un festival que revalorizó a los artistas sanluiseños, en la danza -en el sambódromo- y en la música, con dos baluartes propios de la movida bailable como "Kábala" y "Los Playeros".
Con una lluvia de papelitos inicial y una pared de chispas, "Los Playeros" cerraron la noche definitiva con un recital en el que desde el inicio salieron a matar con “Velocidad”, uno de los clásicos infaltables en los recitales del grupo.
La banda de los hermanos Alejandro y Gustavo Berardo festeja este año sus 41 de carrera y ante un público efusivo repasaron la historia y mostraron material del cd número 48, como la balada “No te creas tan importante”, con el primer estribillo sólo de teclados y el cantante acompañado de los coros de las chicas del público.
Otros temas del próximo trabajo que se escucharon como adelanto en La Punta fueron “Provócame”, de Chayanne, y el doblete de Ricky Martin, “Disparo al corazón” y “La mordidita”.
Emanuel Lucero, Nicolás López y Nicolás Lucero compartieron las voces, cubiertos por columnas de vapor que hicieron que el escenario fuera un atractivo también visual. “Vamos con el grito de los amigos”, pidieron los cantantes con conocimiento de que entre el público había muchos seguidores, pero también algunos que no suelen ir a sus bailes nocturnos.
La reina del carnaval, Mariana Jofré -con una remera de Los Playeros y una calza floreada-, salió a bailar en escena para delirio de los pibes, que la habían visto un ratito antes en el sambódromo. Adelante del escenario saltaban, al medio del predio hubo parejitas en danza y bailes de varios en círculo y detrás los que decidieron sentarse en el parque, como muchas familias.
En las pausas “El Lobo”, el locutor, saludó a las localidades provinciales y todos sus fans deliraban, entre camisetas de River y Boca, de Juventud y Estudiantes, todos en buena convivencia, sólo para disfrutar la velada.
Los drones sobrevolaban buscando imágenes aéreas que luego fueron mostradas en la pantalla de leds, con fotos del grupo y dibujos lisérgicos de varios colores.
Como lo hace habitualmente, la banda tocó con precisión en la ejecución y diversión en su composición. El cierre fue para el recuerdo con “El Farolito”, “Al olvido, borrón y cuenta nueva” y “El gusanito”, clásicos inoxidables de la época en la que Alcides cantaba en el grupo.
En el backstage y en camarines inclusive, algunos fans invadieron la zona en busca de fotos, besos y abrazos.
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