El jockey brasileño Edivaldo De Oliveira Pereira no es un hombre que tenga alguna limitación intelectual visible, aseguró una fuente de la Justicia que tuvo la oportunidad de tomar contacto con él. Por eso, es de suponer que cuando decidió entregarse a la Justicia y confesar que había participado en el asesinato de Romina Aguilar, esposa del intendente de La Calera, Diego Lorenzetti, sabía que iba a terminar preso. De modo que no puede haberlo tomado por sorpresa la decisión de la jueza Virginia Palacios, que anoche lo procesó y le dictó prisión preventiva.
La resolución de Palacios afecta, en lo formal, solamente a Oliveira Pereira. Pero es una mala señal para Lorenzetti. Demuestra que la jueza ha reunido elementos que alcanzan a conformar la semi- plena prueba de que, como dijo el acusado, habrían ido a matar a Romina por encargo del esposo.
Acusó a Oliveira Pereira por el delito de “Homicidio calificado por la promesa de remuneración”. Es decir que fue a matar porque le habían ofrecido plata para hacerlo. El brasileño tiene otro motivo para lamentarse: asegura que jamás vio un peso de los cien mil que, según él, se iba a repartir en partes iguales con quien sería el autor material del hecho, Leandro “el Bocón” Vílchez. El presunto matador está prófugo.
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