Deportes, cultura, un ameno momento, fuertes definiciones y, en el medio, asado. A mediados de semana, el gobernador Alberto Rodríguez Saá estuvo en Villa Mercedes y por la noche compartió una cena en un tradicional boliche de la Calle Angosta con dirigentes deportivos y de la cultura mercedina.
El intendente Mario Raúl Merlo fue quien abrió el fuego ante la atenta mirada del colmado salón. Luego, el Gobernador tomó la palabra y dejó frases picantes. “A partir del 30 de abril al mediodía tendremos las cuentas equilibradas y allí comenzaremos a funcionar como a mí me gusta”. Recordó que la obra de La Pedrera no quitará el foco de otras prioridades como en salud y educación. Dijo que en poco tiempo se hará una compra importante de insumos hospitalarios y que en junio se entregarán 2.000 viviendas, superando la cantidad de inscriptos actuales. Pidió encarar este proceso de construcción con optimismo y les dijo a los dirigentes que acompañen desde el minuto cero para que luego puedan ser parte de la gestión cuando la megaobra esté finalizada.
Un minuto antes, había recordado que un mercedino se hacía cargo de la UnviMe, el doctor Roberto Schwartz, a quien nombro cariñosamente “el Buby”, y el auditorio los acompañó con aplausos.
Los colaboradores del primer mandatario provincial tuvieron trabajo sobre el final. Alberto Rodríguez Saá tuvo una interminable fila de dirigentes pidiendo “la selfie con el gober”, a lo cual accedió gustoso y demoró bastante la partida, muy a pesar del cansancio que se evidenciaba en los estrechos asistentes de Rodríguez Saá. Prometió volver el próximo miércoles.
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