Paulownia: el árbol del futuro ya llegó a San Luis

El árbol que puede salvar el mundo quiere expandirse en San Luis. Ya está en marcha el proyecto Paulownia, que será llevado adelante a través del Programa Forestal y Frutihortícola que depende del Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción.  El árbol de origen asiático tiene beneficios medioambientales y productivos.

La madera de Paulownia es extremadamente liviana, y usada incluso en nuestro país, para realizar distintos bienes y hasta para recubrir casas.

El proyecto se encuentra en un periodo de prueba y persigue el objetivo de forestar rutas y autopistas y generar una producción de plantines propios para su venta local y porqué no, a otras provincias del centro del país que aún no la conocen. Las propiedades, del árbol también denominado Kiri, sorprenderá a más de uno. Se trata de una especie que resiste diferentes temperaturas, falta o exceso de agua y se adapta a distintos tipos de suelo. Además la madera que produce es de muy buena calidad, y en este caso talarlo no significa tener que reforestar, sino que la planta es capaz de recuperarse sola. También posee hojas que pueden usarse como forraje para la cría de animales de producción. Además, los nutrientes que aportan las raíces expansivas de la Paulownia, ayudan a mejorar los suelos degradados ya sea por la erosión hídrica o por la eólica.

Sus hojas, que pueden alcanzar los 60 centímetros de diámetro, absorben diez veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol. El Kiri necesita de mucho espacio para desarrollarse no tanto por su altura como sí por sus raíces de un tamaño considerable que crecen en un tiempo récord. Si bien el primer año requerirá de cuidados intensivos, luego de ese tiempo el árbol será imbatible. Es ahí cuando alcanza su madurez, y en cinco años su máxima expresión que puede manifestarse en hasta 20 metros de altura.

Esta rapidez en el crecimiento hace que los beneficios puedan verse en poco tiempo, otra característica que posiciona al árbol como una revelación que los orientales han aportado al mundo y que San Luis no quiere perderse.

Ya hace unas semanas comenzaron las tareas para que la provincia forme parte de la revolución que traerá el Kiri. “En los paradores de descanso ubicados en la ruta entre El Volcán y  La Toma colocamos 14 plantines de Paulownias con tutores en forma de triángulo para protegerlos por su tamaño y con una taza grande. Dentro del proyecto está el de implementar el riego por goteo, aunque también estamos interesados en  probar la adaptación de la planta a secano haciéndole un riego de asiento al momento de la siembra y nada más”, contó la jefa del Programa Forestal y Frutihortícola, Mariela Di Gennaro. 

Al momento en que la revista de El Campo fue al encuentro de la funcionaria, era visible su admiración por la planta con la que ella se topó en la vida por un hecho causal. Empezó su relato con un plantín en la mano que daba cuenta del tamaño de la planta que luego es puesta en tierra. "Es un árbol que en un año puede llegar a alcanzar los cinco metros de altura. En esa primera parte la planta requiere ciertas precauciones. Por ejemplo, la forma de riego es esporádica. Es importante que el plantín no se encharque, es decir que no exista exceso hídrico porque se pudren las raíces y eso deriva en la muerte”, explicó la especialista quien contó una de las pocas debilidades que posee la Paulownia.

La tala de árboles ha preocupado por siglos. Los severos daños que causa han generado políticas públicas para mitigar el cambio climático, así como también la creación de organismos sin fines de lucro para concientizar sobre la tala indiscriminada. La deforestación genera extrema aridez y cambios irreversibles en los distintos hábitats con pérdida de flora y fauna natural. Los incendios forestales son otra causal de la perdida de árboles, que en algunos casos han permitido que se pierdan bosques con siglos de vida que nunca podrán recuperarse. Por este motivo, Di Gennaro destacó una de las más sorprendentes y revolucionarias virtudes que posee la Paulownia. ”A pesar de que es ignífuga, si se llegase a prender fuego no se pierde el árbol ya que brota sola nuevamente de la raíz. También si el árbol se produce para generar madera, no necesita reforestación. Tiene la propiedad de regenerarse”.

En cuanto a los beneficios, que contribuyen al medio ambiente y por ende,  a mejorar la calidad de vida de todos los puntanos, resultan diversos y variados. La diferencia de la especie asiática con otras que son conocidas, radica en que conjuga producción con sustentabilidad. “Para la producción y cría de animales, resulta un buen alimento para las vacas. En un campo se puede plantar un lote con Paulownia, las hojas que se caigan servirán como forraje aportando innumerables nutrientes al animal. Además se puede dar en seco, armando reservas de comida en fardos, o directamente fresco”, contó la técnica de la cartera ministerial.

“Este árbol se reproduce a través de la raíz, es decir se toma una muestra de la planta madre y se arman plantines con un poco de tierra y el agregado de algunos nutrientes necesarios para el óptimo desarrollo de la planta. También hay casos de reproducción por semillas, que son un poco más complicados, aunque el acto en sí mismo es complicado”, explicó Di Gennaro, adelantando la manera en que piensan producir en San Luis los plantines para la venta.

Pasó por la provincia un especialista en Paulownia que viene de la zona más productiva de la especie del futuro, Misiones. Sergio Coronel es de tercera generación de viveristas, en su lugar de origen producen Kiri para la venta. “En Misiones la Paulownia es usada con fines productivos (madera para muebles, revestimiento de casas y hasta para instrumentos) y forestales”, contó Coronel en su primer encuentro con la revista de El Campo. Estuvo dos días y asistió a los técnicos para la producción de plantines. En la fase experimental buscan el lugar más apto, que en principio los ayude al desarrollo de lo que luego serán los árboles. Por eso el especialista y la técnica del Ministerio recorrieron varios lugares en las cercanías de San Luis. “Lo llevé a Sol Puntano y al vivero modelo Improfop que está ubicado en Juana Koslay. Quería que conociera algunos de los espacios disponibles y que entre ambos decidiéramos cual podía ser el más propicio para llevar adelante la etapa experimental de nuestro proyecto”, contó Di Gennaro.

Por todas las bondades de la planta es comprensible que el Gobierno de la Provincia se muestre tan interesado en forestar, de norte a sur y de este a oeste, con Paulownia. Pero la producción para generar insumos que permitan llevar la tarea adelante, parece comprender una importante fase en la prueba del proyecto. “Hay mucha gente que quiere la planta pero no puede conseguirla, no es fácil de adquirir y no hay demasiadas en el país. Además, tiene altos costos que desde el programa buscamos abaratar. San Luis está en el centro del país y es la provincia que más foresta en el territorio con fines medioambientales. La idea de realizar la producción del árbol del futuro es poder proveer a la provincia y vender a otras localidades desde un punto geográfico estratégico”aseveró la funcionaria puntana.

El viverista que visitó la provincia se mostró muy contento de poder participar aunque sea de manera indirecta en la concreción de este ambicioso plan. “Hace 40 o 50 años atrás una familia oriental, no recuerdo de que país,  ofreció a mi padre la planta. Desde aquel momento mi abuelo y él, decidieron producirla para la venta. Así fue que empezó a expandirse. Ahora, en Misiones hay muchos viveros que producen la Paulownia. Su uso se da mayormente para la producción de madera considerada semipreciosa y que se utiliza para la construcción de distintos bienes” contó Coronel mientras realizaba el recorrido por Improfop, antes de regresar.