El campo Los Ángeles recibió a los tropilleros de todo San Luis

Cuando se habla de tradición y patria, son los paisanos los que mejor saben hacerle honor a esas dos palabras grandilocuentes. El domingo, a unos metros de la entrada de Donovan, en el campo de Gustavo Orozco se hizo la primera jineteada de este año. Con una muy buena asistencia, alrededor de 20 tropillas le pusieron color y pasión a la reunión a pesar del frío y la llovizna. Comida típica y algunos 'pilcheros' complementaron la pintura campestre en el kilómetro 780 de la autopista de las Serranías Puntanas.

El camino iba dando pistas de que la doma se haría en las cercanías de la ciudad de San Luis.  El ingreso al campo no estaba muy visible, pero los carteles mostraban en qué dirección se debía ir. El suelo húmedo hacía que la marcha fuera constante, aunque no demasiado rápida. Al llegar a una bifurcación, una joven les daba la bienvenida a los visitantes,  les cobraba el costo de ingreso e indicaba por dónde entrar. Al hacer unos metros se podía ver la pista y algunos caballos, los más tempraneros, parados en la maroma, listos para empezar.

El cielo mostrabaa un gris plomo que anunciaba que no faltaba demasiado para la llegada de la tormenta. Sin embargo, todos continuaban, señal de que nada los iba a parar. Sobre un caballo blanco con algunos matices oscuros  estaba Gustavito –como lo llamaban los conocidos que iban ingresando al predio- que estuvo atento a cada detalle, para que no falle nada de lo organizado.

A medida que se iba campo adentro, era fácil encontrar a los familiares de Gustavito. El humo que salía de uno de los gazebos era el que más llamaba la atención. Una señora muy amable estaba a cargo de despachar la comida, “Ellos son los cocineros que han venido a colaborar con nosotros desde Vicuña Mackenna”, contó Alejandra Muñoz de Orozco a El Diario entre risas, mientras todos juntos posaban para la foto.

La temperatura no parecía afectarles, todos se encontraban ansiosos por ver la jineteada. Mientras tanto, reunidos en los puestos de los vendedores de ropa conversaban sobre la vida, y otros en la pista  jugaban a la taba como una forma de probar su suerte. Mientras que el presentador Raúl “Rulo” Gil llamaba a todas las tropillas, aprovechaban para comer asado, empanas fritas o carne a la masa. Alrededor de las 14 se largó el revoleo de la fusta.

Inauguraron la pista con la categoría clina o pelo limpio, como le llaman en algunas zonas. Allí participó la tropilla El Flequillo del hijo del anfitrión, Pampa Orozco, que lo tuvo a Enzo Rodríguez como jinete, quien siguió hasta el final mostrando su destreza, lo que le valió el primer puesto. Por Los Penachos de Saladillo estuvo el jinete Lucas Agüero, de Mendoza, que a pesar que la tuvo complicada pudo domar al retobado caballo.

Luego se hicieron las montas especiales, en las que Tatiana Lucero, de Papagayos hizo su presentación. La acompañó el hijo del Pampa Orozco, de tan sólo 12 años.  Al final de la jornada, cerca de las 18, se presentó la categoría Grupa, que tuvo como ganador a Diego Guzmán. Nicolás Rocco, de Mendoza, fue el payador que acompañó al “Rulo” en la animación. También hubo una canción improvisada dedicada a El Diario de la República. Por último, a cargo de la música estuvo La Salamanka, quien antes de comenzar la doma hizo sonar las estrofas del Himno Nacional Argentino.

Alrededor de las 18:30 el atardecer marcó la partida de los paisanos que pronto se volverán a juntar en cualquier lugar remoto.