Tras peleas a golpe de puños, políticas que se cayeron y buenas intenciones que finalmente quedaron en el olvido, ahora la Municipalidad de San Luis insistirá para que todos los vendedores ambulantes que actualmente trabajan en el Paseo del Padre se conviertan en artesanos. La idea es lanzar un plan de reordenamiento, reubicación y reconversión de los trabajadores de ese sector de la ciudad, que perdió espacio para el peatón. La Secretaría de Hacienda, a través de la Dirección General de Comercio, realizó un censo en el que arrojó que en ese lugar hay sesenta y dos ocupantes de cabañas y treinta y cinco en los mesones y tablones. Sin embargo, indicaron que no todos comercializan artículos de elaboración propia. La finalidad que tiene el Municipio es que en ese lugar sólo esté habilitado para los que produzcan artesanías.
El secretario de Hacienda Municipal, Esteban Pringles, comentó que realizarán una encuesta socioeconómica de cada vendedor para conocer su situación y cuántos integrantes componen su familia. Esos datos serán esenciales para luego formular la capacitación. El propósito final es lograr la reubicación de los que están en el Paseo del Padre y derivar algunos al “Paseo Puntano del Artesano”, que la Comuna aspira a estrenar pronto en el Centro de Gestión Municipal “Alberto Domeniconi” (avenida España entre San Martín y Rivadavia). Años atrás, la Intendencia realizó una encuesta similar con todos los manteros y los vendedores ambulantes de la ciudad de San Luis.
“Este paso es para que vayan reconvirtiendo. Fue nuestra política para que los que no eran artesanos, se fueran transformando y terminen haciendo ese oficio en un cien por ciento. Hace cuatro años, antes de la obra del Paseo del Padre, buscábamos que sean sólo artesanos. En la actualidad muchos hacen artesanías en cuero o madera. Le vamos a dar todo lo posible para que hagan una capacitación”, explicó el funcionario.
Pringles manifestó que en los últimos tiempos recibieron la preocupación de los empresarios y los vecinos que transitan ese lugar por el terreno que ganaron los manteros. “Vamos a recuperar el Paseo del Padre para darle la finalidad, que era la refuncionalización del microcentro”, aseguró.
El secretario de Hacienda Municipal dijo que se tomarán treinta días para realizar la encuesta y que cada persona será visitada por los agentes en su hogar. Después habrá un periodo de “tres o cuatro meses” para capacitar a los vendedores ambulantes y convertirlos en verdaderos artesanos.
Pringles igualmente adelantó que los artesanos “van a pagar un canon cuando trabajen en esos lugares”.
Un nuevo intento
Hace dos años, la Comuna quiso trasladar a los vendedores a Lavalle, entre Chacabuco y San Martín, y también a Chacabuco y Lavalle. Pero todo quedó en intenciones y quejas de los ambulantes.
Cuando el Paseo del Padre fue remodelado, los manteros fueron trasladados a la acera sur de avenida Illia. Ese lugar interesó en un principio a los trabajadores, pero el cambio duró sólo unos meses, hasta el estreno del nuevo centro de ventas ubicado entre calles Rivadavia y Colón. Sin embargo, los trabajadores manifestaron en ese momento que en la avenida Illia vendían más y se mostraron en contra de alejarse del centro, porque aseguraban que las ventas bajaban al retornar al Paseo. Toda una historia de idas y vueltas.
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