La suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció que el ex mandatario Luiz Inacio Lula Da Silva se presentará como candidato al Ejecutivo en los próximos comicios. Incluso aseguró que el juicio político que debe afrontar es una estrategia para evitar que su mentor político llegue otra vez al gobierno.
La representante del Partido de los Trabajadores fue apartada por 180 días desde mayo, mientras se resuelve la causa judicial que la acusa de incumplimientos fiscales en la administración del presupuesto federal.
El frente político de Dilma y Lula prepara una carta al pueblo brasileño, en la que explican que la mandataria fue saboteada por la derecha y por las "decisiones bomba" del Congreso, pero si vuelve a ejercer el poder, cumplirá con sus propuestas electorales.
En una entrevista con la revista francesa "L'Express", Rousseff afirmó: "Yo puedo decir que él (por Lula) va a disputar la próxima elección". Aunque no pudo precisar si la votación será en 2018 o antes, porque dependerá de cómo termine el proceso de destitución en su contra. La votación en el Senado se realizará después de los Juegos Olímpicos, que finalizarán recién el 21 de agosto.
"Ésta es, ciertamente, la razón principal de este golpe de Estado: impedir a Lula presentarse a los comicios presidenciales. Hoy, en las encuestas, a pesar de todas las tentativas de destruir su imagen, Lula continúa siendo la persona más querida", agregó.
Para la mandataria suspendida, el juicio político es una "profunda injusticia", ya que su único "crimen" fue publicar decretos para obtener recursos adicionales, y así financiar los programas sociales. Pero destacó que su decisión no constituye un delito y que no era la primera en hacerlo, ya que el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso emitió veintitrés documentos similares durante su mandato entre 1993 y 2001.
Rousseff también fue consultada sobre si no supo nada del esquema de corrupción en Petrobras, cuando era ministra de Minas y Energía entre 2003 y 2005 y presidenta del Consejo de Administración de la petrolera estatal de 2003 a 2010. Para defenderse, resaltó que uno de los delatores de la llamada operación Lava Jato reveló que el esquema ocurrió desde 1972, y que "es muy difícil de controlar" lo que pasa en todas las negociaciones.
La agencia Brasil 247 publicó un anticipo del documento dirigido al pueblo brasileño que preparó el Partido de los Trabajadores, que reedita una estrategia usada por Da Silva en las elecciones de 2002.
Según el texto, Rousseff intentó reconciliar al país después de vencer en la más ajustada disputa presidencial desde la recuperación de la democracia, cuando asumió el programa de gobierno de la oposición y nombró al economista ortodoxo Joaquim Levy como ministro de Hacienda. Pero si retoma las riendas del Ejecutivo, volverá al plan que propuso en la campaña.
Agencias
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