Nadador dorado

Hace nueve años comenzó a practicar natación. Si bien es cierto en cada entrenamiento soñó con llegar a algún podio internacional, nunca pensó que le iba a llegar a tan corta edad. Es Juan Ignacio Zapata, que con 16 años logró tres medallas de oro y una de bronce en la Quinta Copa Internacional Orense Sporting Club que se disputó en Ecuador.

El puntano fue el mejor en 50, 100 y 200 metros pecho y alcanzó el bronce en 50 libres. Además terminó cuarto en 200 metros combinados. Participó en cinco pruebas y en cuatro consiguió preseas.

Zapata fue el único nadador argentino entre 576 competidores de Panamá, Cuba, Perú, Colombia y Ecuador.

La idea de Juani era meterse en las finales, pero una vez que lo logró soñó con más. Y ese plus llegó. La empresa no fue fácil porque había rivales de fuste. Cuando fue el turno de la final, a Juan se le cruzaron muchas personas por la cabeza, su mamá Fanny -que lo acompañó al certamen, su papá Jorge, sus hermanos Juan Manuel y Emiliano, Juan Pascual y su DT Gabriel Rivero. Todas esas personas que forman parte importante de este pibe que abrazó la natación de muy chico, pasaron por su mente. Y parece que recordar a su gente le dio fuerzas y metió brazadas más largas para dejar atrás a sus adversarios.

La tercera fue la vencida. Antes tuvo un par de competencias internacionales, pero el podio le fue esquivo. No bajó los brazos. Se siguió levantando a las 4:30 de la mañana para llegar a El Área a las 5 y comenzar a entrenar. Estos oros no son productos de la casualidad. Es el fruto del trabajo. De practicar cuatro horas por días. De dividir el tiempo entre el entrenamiento, sus estudios en el colegio "San Agustín", y la familia. La cosecha de estos podios son la siembra de un trabajo constante.

Zapata cuenta el desarrollo de la competencia y se le corta la voz. Hace una pausa para contar cuando desfiló con la Bandera Argentina. Escuchar el Himno Nacional Argentino en el escalón más alto del podio, lejos del país, le infló el pecho. Es algo que nunca va olvidar y que se los va a contar a sus compañeros de colegio cuando hoy reanude sus estudios.

Tiene 16 años pero habla con el temple de un hombre grande. La cara de nene lo delata, pero en la pileta saca toda la garra para ser protagonista. El triple oro de Ecuador no le nubla la vista. No se la cree. Sabe que llevando la humildad como bandera, va a llegar más lejos. No se desespera. Va por el camino correcto.

El agua es su hábitat. La pileta es su casa. Se siente cómodo. A gusto. Mientras contesta cada pregunta, los más chiquitos lo miran. Los profe se acercan para felicitarlo. Se sonroja. Eso demuestra que tiene humildad. Esa misma humildad que lo lleva a levantarse cada madrugada para ir a entrenar.

Cuando se metió por primera vez en la pileta se dio cuenta que ése era su lugar en el mundo. Amor a primera vista. Juani Zapata se bañó en oro en Ecuador.