El mercadito que vendió a un grupo de jugadores del club Juventud carne de cerdo con triquinosis, seguirá cerrado por bastante tiempo más. Ayer, el juez de Faltas municipal de San Luis, Alejandro Ferrari, decidió endurecer la sanción. La clausura preventiva pasó a ser por treinta días, la pena más extensa que aplicó la repartición en la última década.
El agravante lo generaron los resultados del estudio que realizó el Ministerio de Salud de la Provincia al porcino que estaban faenando en "San Cayetano", durante el procedimiento que hicieron la semana pasada en conjunto con Bromatología de la Comuna. "Esta mañana (por ayer) recibí los análisis que arrojaron que ese animal, que no era el que comieron los jugadores, también estaba enfermo de triquinosis y no tenía ningún tipo de procedencia", aseguró Ferrari a El Diario.
La resolución la tomó el juez luego de recibir a los propietarios del mercadito ubicado en el barrio 148 Viviendas, al noreste de la ciudad, a la altura de la primera rotonda. La versión que dieron no convenció a Ferrari y compañía. "Ellos dijeron que se trató de una compra esporádica que hicieron en un lugar que no estaban acostumbrados a comprar", dijo y ahondó en los argumentos de los propietarios: "También intentaron justificarse en que ese chancho lo iban a destinar para consumo propio, familiar, y no para venta al público, que es lo que finalmente hicieron".
Por eso, la clausura preventiva que había dispuesto el lunes se convirtió en una por un mes. "Es muy grave lo que pasó porque compraban y faenaban clandestinamente, con lo cual ponían en juego la salud de la población", recalcó.
A fines de la semana pasada, Salud reconoció tres casos de triquinosis, todos en jugadores de Juventud Unida Universitario, que habían comprado en el mercadito "San Cayetano". Como consecuencia, el partido que debía marcar el debut del club puntano en el Torneo Argentino A de AFA fue suspendido. Con el correr de los días, las autoridades sanitarias confirmaron que otros dos también habían contraído la enfermedad por consumir del mismo animal.
Además de la prolongación de la medida, Ferrari le solicitó a Bromatología que investigue para saber la procedencia de esa mercadería. Y dejó un par de consejos. Uno para los comerciantes: "Les pido que compren animales que tengan el certificado de casilla sanitaria, más toda la documentación de Senasa y de Cosafi, para la tranquilidad de los clientes". La otra recomendación fue dirigido a los consumidores: "Cuando van a un comercio por más chico que sea deben ver si tiene habilitación municipal, si no tiene, no compre. Un lugar que no está habilitado significa que no está controlado por el Municipio", sentenció.
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