Luego de la extensa audiencia pública que terminó el domingo pasado, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, comenzó a delinear cómo se implementarán los aumentos en tarifas de gas, pero prometió contemplar la situación de pymes, clubes de barrio y las estaciones de servicio que venden GNC para evitar subas del 500%: la idea sería que para esos sectores, los aumentos lleguen a la mitad.
Aranguren ratificó en la audiencia que se realizó en la Usina del Arte (Ciudad de Buenos Aires) que el ajuste para los clientes residenciales promediará el 203%, para de esa forma cumplir con el fallo dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Si bien la sentencia del máximo tribunal no abarcó a los clientes industriales y comercios, el ministro reconoció que se tendrán en cuenta las situaciones planteadas con clubes de barrio y pequeños comercios, que iniciaron demandas judiciales para evitar el ajuste del 500% previsto por el gobierno nacional.
En su propuesta, el Gobierno de San Luis reclamó que las pymes y el comercio sean incluidos en el nuevo cuadro tarifario, además de fijar una tarifa "razonable, gradual y única" para todo el país, y transparentar el precio del gas en boca de pozo.
Aunque por ahora no trascendió cuál sería el tope de aumento para esos sectores, el incremento estaría cerca del 250% en promedio.
"Reconocemos que hay casos de las pymes que tenemos que reformular. Lo vamos a analizar sobre la base de presentaciones que han hecho la CAME (comerciantes de todo el país) y otras organizaciones, además de quienes comercializan el GNC", dijo Aranguren a un matutino porteño.
Los nuevos cuadros tarifarios se conocerán en dos o tres semanas, y prometió que serán tenidas en cuenta las conclusiones expuestas en la audiencia que se extendió durante tres días.
Agencias
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