Lanzan una guía para la detección de adicciones en las escuelas

Con el objetivo de dar asistencia a la comunidad educativa, para manejar casos de consumo de drogas y alcohol en la escuela, el Ministerio de Educación conformó una red provincial de prevención y salud junto a la Fundación de Acción Social (FAS) y otras instituciones como el Poder Judicial, la Policía, el Departamento de Toxicomanía y profesionales de la Salud. Juntos diseñaron una herramienta que pretende darles herramientas a los docentes a la hora de afrontar el problema. Ayer, el ministro de Educación, Marcelo Amitrano junto a los miembros de FAS y la directora de la escuela Nº 314 “República de Chile”, Marta Marín (lugar donde se encuentra el Centro Preventivo Escolar -CPE- de la Región Educativa I en la ciudad de San Luis) presentaron la “Guía de Procedimiento para el adecuado abordaje de situaciones asociadas al consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito escolar". 

Cada región tiene su CPE que se ubica en una escuela, pero no son de la institución, funcionan para condensar a todos los docentes de la región que trabajan activamente del proceso. En total existen 11 centros en toda la provincia y se capacitaron a más de 1500 docentes en la temática. “La guía surge de un trabajo en prevención de adicciones que la FAS realiza hace más de 30 años en San Luis y pretende ser una herramienta más, no es un ABC de cómo proceder en todas las circunstancias, porque son tan complejas y variadas como alumnos, instituciones y comunidades tenemos. Los ejemplos que planteamos en la guía son los más típicos, recogidos de la bibliografía analizada o de la experiencia que transitamos en la provincia, pero pretende ser un manual a seguir, adecuándolo a cada momento concreto. Por ejemplo cómo podemos proceder si encontramos sustancias ilegales en la escuela, siempre apuntando a preservar la identidad, la intimidad y a cuidar al chico”, explicó María José Pérez, miembro de la FAS.

Amitrano aseguró que "contar con estos elementos nos permite no claudicar ante hechos con los que vivimos todos los días. Debemos garantizar que los espacios de aprendizaje de nuestros niños sean optimistas, que no sean un lugar de problemas. Si tenemos las herramientas para afrontarlos y buscamos alternativas, vamos a generar ese ambiente donde los chicos quieran estar".