11°SAN LUIS - Domingo 19 de Mayo de 2024

11°SAN LUIS - Domingo 19 de Mayo de 2024

EN VIVO

Cuenca del Morro: estudiantes por una vida mejor

Por redacción
| 04 de septiembre de 2016
La señorita Liliana Ramos, de segundo grado “C”, explica a los más pequeños qué es el humus líquido.

Entusiasmo, calidez y amor por lo que se hace, son las cualidades que definen a los maestros y alumnos de la escuela Carlos Juan Rodríguez, ubicada en el barrio Cerro de la Cruz de la ciudad capital. La iniciativa de la institución es cuidar el medio ambiente y en esa búsqueda de alternativas naturales se plantearon la de contribuir con el mayor problema que aqueja a la provincia: la Cuenca del Morro.

 

La visita al río Nuevo les dio, sobre todo a los más grandes, la dimensión del desastre que causan las aguas descontroladas, la erosión de los suelos y la realidad de los productores de ganado y de granos cuando hay un mal manejo.


Los maestros de segundo y quinto grado, ejemplos de innovación pedagógica, trabajan sobre la producción de humus con lombrices californianas utilizando los desechos orgánicos. Además, los más grandes llevan adelante una investigación sobre lo que llaman humus líquido y el efecto que tiene sobre las plantas.

 


A la movida ecológica se sumaron alumnos de quinto año de la secundaria, quienes pretenden entender el problema de la Cuenca a través del trabajo científico. Para eso han visitado la zona crítica en las cercanías de Villa Mercedes, de donde trajeron muestras de suelo y agua para poder analizarlas en el laboratorio que la escuela tiene disponible.

 


La revista El Campo llegó a la institución, donde estaba parte de la comunidad educativa esperando ansiosa para contar las tareas que desde comienzos del ciclo lectivo están llevando adelante. Al ingresar al laboratorio los ambientalistas más pequeños, junto a su maestra, Liliana Ramos, recibieron a esta cronista. Sin perder ni un minuto y con gran énfasis la seño contó cómo surgió la idea, al tiempo que sus alumnos levantaban la mano para hacer sus aportes. “Cada comienzo de ciclo la institución nos da un eje transversal para trabajar. Este año nos tocó alimentos orgánicos. A través del trabajo de investigación y de detectar que fertilizantes eran buenos para las plantas, que no perjudicara el alimento con agregados químicos, descubrimos que las lombrices logran dar ese aporte”.

 


Los chicos visitaron la ex Colonia Hogar para ver la producción de la revolucionaría Paulownia. En ese paseo los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción quedaron sorprendidos por los conocimientos que mostraron los niños sobre los problemas de la Cuenca.

 


Allí recibieron algunas donaciones de árboles, los cuales ahora preparan para llevar a la Cuenca y hacer su aporte a la causa, que como dijeron los chicos del secundario, “es un problema de todos los puntanos y ocuparse es una obligación”, dijo la seño de segundo.

 


La tarea está trascendiendo las paredes de la escuela puntana y algunos padres se han sumado, ya sea porque hacen las experiencias en casa o por los aportes materiales para la investigación en la escuela. “Los niños trajeron las lombrices del patio de su casa. Una vez que las tuvimos comenzamos a explorar otras que nos llevaron a las californianas, que comen todo lo que es materia orgánica con muy buenos resultados y en menos tiempo”.  Melanie, una nena de alrededor de 7 años  que pertenece al segundo grado C, levantó su mano con mucho respeto y seguridad para contar sobre los residuos que comen. “Todo lo que sea cáscara de papa, de manzana y hasta guano de caballo funciona como alimento”. A ella le siguió Brisa, del mismo grado, quien develó uno de los descubrimientos que hicieron: “Las lombrices también comen papeles”. Luego el grupo de niños dijo a coro: “Todo eso se transforma en humus para mejorar la calidad de las plantas”.

 


Además querían y tenían más para contar. “No sólo creamos humus sólido, sino que también a través del escurrimiento del envase donde están las lombrices sale un líquido que llamamos humus líquido. Allí hacemos la conexión y comenzamos a trabajar con los niños de quinto grado y el profesor Ceferino Ortiz”, contó la colega del profe de quinto grado.

 


“Todo el agregado de basura que se hace en los recipientes donde están las lombrices tiene que estar húmedo. Es esa característica la que permite que se produzca el humus líquido con el que el profe Ceferino y sus alumnos hacen las pruebas”, explicó Ramos.

 


La importancia de la separación de residuos en la escuela y en cada casa de la comunidad educativa es una tarea de mucha importancia que se debería ejercitar. En este caso es una labor necesaria para producir el fertilizante natural en ambos estados. La señorita Ramos contó cómo lo hacen con los niños. ”Nosotros clasificamos la basura orgánica de la que no lo es. En el aula tenemos dos tachos para realizar esta tarea. Los residuos los sacamos de los que generamos en la escuela y además los chicos traen de sus casas”.

 


Otra pata: Humusponía

 


“Nuestro proyecto se llama Humusponía. El nombre lo ponemos porque buscamos similitudes con la producción de hidroponía, que también utiliza fertilizantes artificiales. Las pruebas que estamos haciendo son germinar y cultivar semillas en un medio líquido”, dijo el profe Ceferino.

 


“Hemos hecho muestras con estacas de álamos y descubrimos que el proceso de germinación es mucho más rápido a través del contacto con el líquido que sale de la producción de lombricultura que hace la seño Liliana”, contó el profe de quinto grado, quien aseguró que el proyecto es el comienzo de otros que vendrán y que se encuentran permeables a todos los aportes y descubrimientos que puedan venir.

 


La idea de contribuir y hacer un aporte a la Cuenca, los llevó a tratar de mejorar la calidad de lo que se planta allí. “Trabajamos con el líquido que nos proveen los niños de segundo grado y hacemos crecer la raíces para que tengan más agarre y sean más resistentes. Queremos entregar un plantín ya florecido para asegurarnos que el árbol prospere”, expresó Ceferino, quien no disimuló el compromiso que tiene con la causa y su gusto por el cuidado del medio ambiente.

 


De la visita que hicieron a la ex Colonia Hogar para visitar la producción de la planta oriental trajeron nuevas inquietudes, que seguramente los llevará a transitar por nuevos espacios.

 


“Nos regalaron una bandeja con plantines que, con la misma técnica, la del humus líquido, vamos a intentar hacerlas crecer para plantarlas en toda la zona de la Cuenca del Morro”, dijo.

 


Los más grandes y un trabajo de investigación

 


Los jóvenes de quinto año de la escuela Carlos Juan Rodríguez están abocados a una consigna más compleja y que les llevará algún tiempo. El trabajo científico que hacen es un proyecto que consta de ocho etapas que van desde el análisis del suelo en la zona de conflicto hasta el aporte científico que existe para mitigar los efectos.

 


La profesora de geografía de quinto año C, Laura Allende, es quien detectó que sus alumnos tenían la necesidad de conocer más sobre el desastre natural que se ha producido en las cercanías de Villa Mercedes. A partir de allí, y a sabiendas de que la primaria tenía inclinación por la forestación y por mejorar la calidad de las plantas, se sumaron para trabajar codo a codo.

 


Uno de los alumnos que participa del plan, Braian Agüero, habló con la revista El Campo. “La investigación está orientada a saber cuál es el real problema que tiene la Cuenca para poder buscar una solución, o sea hacer nuestro aporte, que el trabajo ayude”.

 


Tal como lo expresa la Ley de Emergencia en la zona del Morro, una de las patas fundamentales para contribuir a combatir la erosión hídrica que se ha dado a causa del nacimiento de nuevos afluentes de agua, es la forestación con árboles que posean la característica de absorber líquido en grandes cantidades. Tal ha sido el caso de los álamos o de las cortaderas que en pocos días más tendrán su nuevo hábitat en toda la zona de la Cuenca.

 


Es así que estos jóvenes ambientalistas saben que una buena alternativa,  es intercambiar ideas con otros. “Lo importante es trabajar con diferentes entidades, como ya lo hemos venido haciendo, ellas nos han ayudado a enriquecernos porque todo el tiempo aportan en la búsqueda de encontrar nuevos caminos”, dijo Agüero.

 


Como parte del plan que tienen los chicos, hace algunas semanas atrás viajaron a la zona de la cuenca del Morro. “Hicimos un trabajo de campo y sacamos unas muestras para analizar el tipo de suelo y la salinidad del agua. Tuvimos en cuenta estos dos aspectos que son los que van a condicionar el fortalecimiento de las especies que se coloquen para forestar. Eso nos trajo hasta el laboratorio para hacer un análisis intensivo de lo que allí pasa”, explicó la profe Allende.

 


Antes de llegar a Villa Mercedes los chicos analizaron la teoría, para poder luego entender acabadamente lo que iban a ver. “Es imponente ver lo que pasa. Como se han hecho los surcos a causa del agua que corre con fuerza. Antes de llegar, habíamos visto imágenes en el documental que se presentó en la Universidad Nacional de San Luis, llamado 'Río Nuevo'. También leímos una investigación que hicieron el INTA, el Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción, el Conicet y la Universidad para darle un soporte científico a lo que íbamos a ver”, contaron los chicos.

 


En esa jornada en la que vieron el cortometraje que trata de echar luz sobre los desbordados afluentes, también pudieron interactuar con otros actores. “En aquel momento recibimos el aporte de investigadores de otras provincias, productores y técnicos tales como geólogos, físicos, químicos y matemáticos por nombrar algunos”.

 


Esos primeros trabajos van a derivar en una exposición para el resto de la escuela, que por el momento no participa de estos temas. “Vamos a llevar nuestros conocimientos a la próxima feria de ciencia escolar para que toda la comunidad sepa lo que estamos haciendo”, dijo Braian con la esperanza de que puedan surgir nuevos asociados e ideas enriquecedoras.

 


El INTA de Villa Mercedes los recibió y los ingenieros agrónomos les comentaron que ellos buscan implantar las mejores especies y las que más se adapten al problema del desequilibrio hídrico. “Quisimos conocer cuáles eran los aportes desde el agro y la forestación. Claudio Sáenz fue quien nos recibió  y además se sumó  a la visita que hicimos al río Nuevo, donde completamos la quinta parte del proyecto científico que llevamos adelante”.

 


La profe Allende, quien acompaña a los adolescentes en este descubrimiento, dijo a la revista El Campo: “Valoro en ellos el compromiso medioambiental que tienen, sintiéndose partícipes y responsables con una gran cuota de sensibilidad que los ayuda a cooperar con la causa. Nos interesa este tema porque somos puntanos y es algo nuestro. Como educadores intentamos transmitirles a nuestros alumnos el afecto por lo que es nuestro, y lo que se quiere, se cuida”.

 



LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo