Vecinos y comerciantes piden el cierre de un boliche

La paz del barrio se perdió”, aseguró una vecina parada en la puerta de su casa sobre Justo Daract. Ella como otros residentes y comerciantes de la zona están preocupados por la apertura de un salón de eventos, “Malú”, ubicado en avenida España casi Justo Daract. Aseguraron que la música es muy alta y que al finalizar el show se producen disturbios en la calle. Antes de la apertura, presentaron una nota al Municipio solicitando que no le permitieran abrir porque perturbaría la tranquilidad del barrio. Los inspectores lo clausuraron pero el jueves promocionaron la inauguración en las redes sociales y abrieron.

“No se puede descansar. Todavía siento en la cabeza el ruido del jueves. Estuvieron hasta las seis y media de la mañana con la música. Pero después siguieron en la calle gritando e insultando. Este era un barrio tranquilo de gente laburadora”, dijo la vecina y agregó que fue la primera vez que abrió.

Por miedo, no quiso dar el nombre. Mencionó que teme por represalias y calificó a los dueños como “gente pesada”. Mientras hablaba parada en la entrada de su casa, una camioneta de la banda local “Los Playeros” se estacionó en la esquina. La mujer, ingresó a su domicilio y siguió hablando. “Seguro que van a abrir hoy de nuevo”, lamentó.

Pero el sonido alto no es el único problema que señaló la vecina, además comentó que los ruidos de las motos y de los caños de escape de los autos continúan hasta las ocho de la mañana.

El padre Alan, de la iglesia San Roque, ubicada sobre Justo Daract, mencionó que los residentes no están felices con el local. “Es gente grande que vive acá hace muchos años. Y están preocupados. Cuando venían a misa los domingos me contaban cómo avanzaba la obra. ‘Ya pusieron las puertas y el cartel’, me decían”, comentó.

Una comerciante de la zona fue una de las iniciadoras del reclamo. El año pasado presentó una nota al Municipio junto a la firma de más de 40 vecinos y dueños de negocios para que el local bailable no abra. Aseguró que existe una ordenanza municipal (Nº2881/2001) que estipula que se necesita contar con el consentimiento del 100 por ciento de los residentes linderos para la apertura. “Es un boliche encubierto, entran por el bar que está justo en la esquina”, señaló la mujer y añadió: “No quiero dar mi nombre porque tengo miedo que me rompan los vidrios del local. Me voy a las ocho de la noche pero me quedo preocupada”, expresó.

La mujer comentó que el salón de eventos iba a abrir antes de Navidad pero los inspectores municipales colocaron la faja de clausura antes de la apertura. Además, indicó que hay dos geriátricos a 50 y 70 metros del boliche. “No pueden perturbar la tranquilidad de los ancianos. Porque no es sólo la música, después gritan, orinan y molestan en la calle”, sostuvo. ´

Proceso legal

El juez de Faltas, Alejandro Ferrari, explicó que el dueño del local bailable presentó un recurso de amparo a finales de diciembre del año pasado. “Esperemos qué dice la justicia ordinaria. Si decide que el amparo está mal presentado, inmediatamente clausuraremos el lugar. Mientras, le dije a la Municipalidad que controle que el local cumpla con todas las normas pero no pueden ir a visitarlos todos los días por la habilitación porque se la han negado.  Porque fue la cuestión que dio lugar a la presentación del recurso de amparo”, detalló. Además sostuvo que el  juzgado queda en una posición intermedia porque debe garantizar los derechos que se le violaron al comerciante. Aclaró que la Municipalidad sólo puede controlar que cumpla con todas las normas, pero no sobre la habilitación en sí.

“No me meto en la cuestión de los vecinos, no recuerdo denuncias de ellos en el juzgado. No puedo decir si el lugar puede abrir o no, pero se tienen que respetar también los derechos de los comerciantes. Porque no se puede actuar con arbitrariedad”, aseguró.