Una madre recuperó a su hijo luego de cuatro años de lucha

Marcela Guzmán miró una de las cartas, escrita de puño y letra, en la que había pedido volver con sus hijos y no pudo contener sus lágrimas. A su lado, Grisel Polachi, una funcionaria de la Secretaría de la Mujer tomó su mano y la contuvo. El jueves contó cómo luego de 4 años y un día, su hijo más chico, de 10 años, regresó a sus brazos por una decisión del Juzgado de Familia N° 1. Huyó de su hogar en 2013, tras meses de maltrato, golpizas y abusos por parte de su ex pareja. Su voz era una mezcla de alegría, por lo que había logrado, y tristeza por todavía pelear la custodia de su hijo mayor, de 13. Marcela había ganado varias batallas contra su ex novio: escapó con vida tras los oídos sordos de sus vecinos y la policía, consiguió trabajo en el Plan de Inclusión y recuperó al más pequeño de su familia. Le quedaba una pelea más, pero estaba segura de que lo lograría.

Polachi, a cargo del Programa de Control y Seguimiento Interdisciplinario de los casos, contó que Marcela se acercó a la secretaría desde el momento de su creación, a fines de 2015. De aquel entonces fue contenida por el área. “El caso es un ejemplo que tiene que servir para todas la mujeres. Aquí en la secretaría buscamos defender los derechos de las mujeres, la igualdad y le pedimos a la Justicia que se sume a esta lucha”, dijo la jefa de programa.

La causa por la tenencia de sus hijos estuvo años sin avanzar. Le pedían tiempo, su causa estaba siendo revisada, le indicaban a Marcela, que casi todos los días, por meses iba a reclamar por sus hijos al Juzgado. “Golpee puertas por todos lados. La gestión anterior me decía que me iba a ayudar, pero esa ayuda nunca llegaba. En está, realmente lo hicieron”, recordó.

Hace un año y medio la Secretaría de la Mujer creó una asesoría legal gratuita para mujeres víctimas de violencia de género. Y hace dos meses, las gestiones de la doctora Nely Pereyra, quien solidariamente como el resto de sus colegas, prestó su colaboración a la secretaría y consiguieron la restitución de la tenencia a la madre. El padre no hizo caso a la declaración que se le pidió este miércoles desde el Juzgado de Familia N°1, a cargo de Inés Bustos, y la abogada solicitó entonces la declaración del hijo y consiguió la restitución ese mismo día. El relato de la madre coincidía con el del niño. El hombre era abusivo y violento con ella. El defensor de menores subrogante, recomendó entonces “la restitución y cuidado unilateral” a la madre.

Luego de cuatro años de sólo poder ver a sus hijos a escondidas, más de una vez en la entrada de la escuela a la asisten, la mujer se enteró por un llamado, que había conseguido la tenencia de uno de sus hijos y que lo llevaban adonde ella vivía, un departamento que logró alquilar. Estaba en un colectivo. Sus manos temblaban. Bajó e hizo señas a un taxi para llegar lo antes posible. Lo vio en la entrada de su casa. Se fundió en un abrazo profundo con su pequeño. Él le dijo que la amaba. “Quiero que todas las mujeres sean fuertes, que hablen y que no se callen más. No tengan miedo, con el miedo no se llega a nada”, dijo la madre, mientras las lágrimas le corrían por las mejillas. “Mi hijo me dijo anoche ‘mami estoy feliz’ y es lo mejor que me pudo haber pasado. Le pido a las chicas que sufren violencia que no tengan miedo, ni vergüenza”.

Su historia es la de muchas mujeres que pasan por el calvario de la violencia de género. Ella cuenta que comenzó a notar que las acciones de su pareja eran desmedidas cuando comenzó a arrojarle objetos en la vivienda que compartían en La Punta, en 2012. La celaba. Marcela había comenzado a trabajar en medios de comunicación y salía de su casa para conseguir más notas y publicidad. Luego comenzó a golpearla y la abusaba, con la amenaza de que si no hacía lo que él quería, la echaría de su hogar. “Seguía estando en mi casa por los niños. Es horrible estar con alguien porque no querés perder tu casa y tus hijos”, recordó. “En el momento uno no se da cuenta, porque piensa que lo hacen sin querer. Después vienen los golpes feos. La gente violenta, te pega donde sabe que no se ve. Entonces no se veía lo que estaba sufriendo”, detalló.

“Hasta el día de hoy le decía a mis hijos, que soy una bruta, que mis hijos no iban a tener futuro conmigo”, dijo con la voz quebrada. No aguantó y huyó. Sus vecinos nunca denunciaron lo que le pasaba. La Policía de La Punta desestimó en aquel momento sus pedidos de ayuda. “Me dijeron que mentía, no me querían tomar la denuncia. Me dijeron ‘No tenés marcas, dejá de mentir’ ”, contó.

Una de sus amigas, Claudia Jofré, le ofreció su casa. Vivió allí un año y medio hasta que consiguió trabajo en la Secretaría de Urbanismo y Parques. Ella agradeció a Florencia Sergnese, a cargo del área, porque cada vez que tenía que hacer un trámite o incluso ayer, a un día de recuperar a su hijo, le dieron el tiempo necesario para continuar en su lucha “Otras amigas me ayudaron a salir adelante. Les agradezco a todos porque llegó un momento en que quise bajar los brazos”, afirmó.

Marcela admitió que todavía siente tristeza por no estar junto a su hijo mayor. Pero tiene esperanzas. “La felicidad de mi hijo es la que hace falta en el otro. Me hace falta. Tiene miedo, pero yo le dije que sea fuerte, como lo fue su hermanito de diez años. Toda mamá tiene que valorar y escuchar a sus hijos. A veces las madres, por estar con una persona no escuchan a sus hijos”, admitió. “Tengo fe que lo voy a recuperar”, concluyó.

Polachi afirmó que muchos casos como el de Marcela llegan a las oficinas del área, en el edificio Proyección al Futuro, en Terrazas del Portezuelo. “La Justicia no les puede atribuir la tenencia de sus hijos, porque estas mamás están sin casa y sin trabajo, y ahí es donde se vulneran todos sus derechos. Ahí radica el trabajo de la Secretaría de la Mujer, en que estas madres los recuperen”, afirmó, al lado de una mujer, que de a poco, comenzó a recuperar la vida que había perdido en manos de la violencia de su ex pareja.