Argentina igualó con Perú y está obligado a ganar en Ecuador

Es una agonía que durará hasta el martes a la noche. Miles de personas en la cancha tratando de empujar a once y a una pelota, y millones prendidos a la pantalla del televisor mirando atónitos y maldiciendo la incapacidad de jugadores profesionales que no lograban destrabar el candado de un rival infinitamente menor que sólo se defendió durante 94 minutos. Argentina empató 0 a 0 con Perú y quedó en la cornisa de la no clasificación al Mundial de Rusia 2018, con un pié en el aire y moviendo los brazos en círculos para aferrarse a la esperanza de no caer en el papelón histórico.

Tuvo chances. Pocas, muy pocas, pero ni Messi, ni Benedetto, ni el “Papu” Gómez,  ni Rigonni, pudieron errarle a Galese y a los palos y meterla adentro del arco y el braseo minuto a minuto se volvía más intenso y desesperado.

La esperanza disfrazada de equilibro se la dio el paraguayo Arnaldo Antonio Sanabria que hizo el gol de la victoria a la selección Guaraní sobre Colombia en tiempo de descuento y que tiene  grandes chances de ser héroe nacional y merecerá un busto en una plaza, si Argentina clasifica al mundial.

Argentina sólo debe pensar en ganar en Ecuador, si lo hace asegurará como mínimo el repechaje porque Perú y Colombia están también obligados a ganar para pelear por el cuarto cupo y el quinto que lleva a un partido único con una selección de algún país exótico. Si no lo consigue se habrá caído de la cornisa. Si peruanos y colombianos empatan en Lima y Argentina se queda con los tres puntos, trepará a la cuarta posición y sacará pasaje directo para Rusia.

Sampaoli tiene la difícil tarea de hacer que los jugadores de la selección vivan, coman, piensen y entrenen para ganarle a Ecuador y si es posible, para que en la noche mientras duermen, sueñen con que son un hombre a punto de caer de una cornisa, que cuando estaba a punto de caer al precipicio, en la última braseada de esperanza, mágicamente se endereza y respira aliviado.