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La medicina del campo en la Feria Nacional de Ciencia

Alumnos analizaron con especialistas las propiedades de los "yuyos" que se usan como remedios.

Por redacción
| 19 de noviembre de 2017
Chochas. Hernández (a la izquierda) y Cornejo expusieron el trabajo de los chicos realizaron y que llevaron a Buenos Aires. Foto: Denis Norambuena

Por Romina Oddone (ENVIADA ESPECIAL)

 

Seis maestros rurales, de seis parajes del departamento San Martín, integran una red educativa para compartir contenidos escolares, experiencias y saberes.

 

Ellos llegaron a Buenos Aires para presentar el proyecto “Medicina Popular” que logró arribar  a la instancia nacional de Feria de Ciencia que se efectúa en Buenos Aires, luego de varios años de participar.

 

Se llaman docentes únicos, porque ocupan todos los cargos de la institución. Son maestros de todas las materias y de todos los niveles.

 

También son los directores, encargados, celadores y hasta ofician de psicólogos, todo a la vez. 

 

Es que en cada paraje al que van a enseñar son pocos los niños que viven allí, muchas veces hasta tienen que recorren algunos kilómetros para llegar a sus escuelas. Pero si algo caracteriza a los pequeños, es que ninguno quiere perderse un día de estar con sus compañeros. 

 

“Aunque llueva o caiga piedra, ellos van a la escuela. Son muy responsables y muy predispuestos a todas las tareas que les proponemos”, aseguró María Laura Hernández, maestra de la Escuela Nº 286 “Juan Bautista Alberdi” del paraje Laguna Larga. Ella y Claudia Cornejo que es docente de la Escuela Nº 326 “Jorge Newbery”, en Los Comederos, viajaron a Buenos Aires para presentar un proyecto que hace varios años vienen perfeccionando con los maestros y los alumnos de las otras cuatro escuelas. 

 

Según explicó Hernández dos de los alumnos que iban a viajar no pudieron hacerlo, entonces ella y Cornejo fueron en representación de todos.

 

Así Quebrada de San Vicente con su Escuela “Granadero José Ortíz”, El Paraguay y la “Granadero José Doroteo Arias”, San Fernando y el Colegio “Granadero Simón Serares”, Piedras Anchas y su Escuela “Granadero Victoriano Rivarola”, Los Comederos y Laguna Larga, quedaron unidos por los maestros que dan vida a esos establecimientos.

 

“Hace 5 años comenzamos a trabajar las seis escuelas en conjunto. Queríamos compartir contenidos y no sentirnos tan solos. Nuestras escuelas están a 30 o 40 kilómetros de distancia, tratamos de reunirnos una vez en cada paraje, y así unificar los contenidos, trabajar los proyectos en conjunto, hacer reuniones, cursos e interactuar. El profesor de Piedra Ancha y yo tenemos transporte escolar, así que subimos a los chicos y viajamos”, relató con entusiasmo Hernández. 

 

Ella da clases a 14 chicos de diferentes edades que van desde los 4 hasta los 14 años. Dice que moverse para ellos no es tan difícil “porque estamos cerca de la ruta provincial 40”. En cambio los otros están “bien adentrados en el campo”, explicó. 

 

El proyecto que llevaron a los profesores a la Feria de Ciencia Nacional fue una investigación de los 21 chicos que integran las escuelas en red. “Empezamos con el cercado de la escuela para ver qué hierbas o ‘yuyos’, como le dicen ellos, había. Algunas de las que encontraron fueron oreja de burro, poleo, peperina, barba de piedra y chañar. También enviamos encuestas a las familias de los niños y eso arrojó que en los 6 parajes teníamos las mismas hierbas”, relató la maestra.

 

Para validar los saberes populares que los alumnos conocían por sus padres y abuelos, entrevistaron a un farmacéutico. Él les aseguró que éstos remedios naturales son tan populares hoy como lo eran hace varios años atrás. En el trabajo los alumnos ratificaron las propiedades de la peperina, que sirve para aliviar la indigestión y el dolor de cabeza, la barba de la piedra que ayuda a calmar los dolores de garganta, hígado y riñones, y el husillo que sirve para los dolores estomacales, para el resfrío y todas las enfermedades respiratorias.  

 

También hicieron entrevistas a ingenieros del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) “ellos nos enseñaron cómo cosechar las plantas y ayudar a que se sigan reproduciendo, porque la proyección del trabajo es que los niños aprendan a cuidarlas, preservarlas y conservarlas”, manifestó.

 

“Todo el tiempo voy aprendiendo de mis alumnos, son chicos muy despiertos, saben mucho de todo, son activos y les encanta participar de todo lo que les propongo. Son niños que no están pendientes de internet o del celular, lo tienen pero no le dan tanta importancia como los chicos de la ciudad. Ellos tienen muchas actividades de campo, cuidan las cabras o esquilan ovejas, trabajan a la par de los padres, y les encanta. A veces vamos a pasear a La Toma, y les pregunto si les gustaría vivir en una ciudad más grande, y si bien les divierte ir de paseo, ellos siempre me dicen que aman el lugar donde viven y que quieren quedarse ahí para siempre”, concluyó. 

 

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