Coco y Gerardo: los perros dueños de un olfato de oro

Coco, el labrador negro de un año y 8 meses, es el más juguetón. Hasta tiene muecas que simulan sonrisas. Gerardo, un ovejero alemán gris sable, tiene un mes menos que su par y también disfruta mucho cuando le tiran palos para ir a buscar, es súper saltarín y atlético. Aunque disfrutan de corretear y jugar, en Santiago del Estero demostraron que son más que simpáticos perros: el entrenamiento y la disciplina de los canes y sus guías fueron determinantes para esclarecer dos casos que habían conmocionado a la población. De vuelta en la ciudad, los agentes hablaron con El Diario y contaron lo orgulloso que están con los resultados y cómo se preparan para reflotar la División Canes villamercedina de la Policía de la Provincia.

Los animales integran el nuevo cuerpo que surgió hace apenas un año y que está ubicado en el Parque Costanera. El subcomisario Ramón Escudero está a la cabeza y es el guía del ovejero, el agente José Azcurra es quien comanda al labrador, mientras que los auxiliares Vanesa Pastrana y Martín Rodríguez se encargan de la metodología y la logística en los procedimientos. El equipo pasó 15 días en el agreste y sofocante suelo santiagueño, donde lograron esclarecer dos casos preocupantes: el atroz asesinato del niño "Marito" Salto en la localidad Quimilí y la desaparición de Carlos Zárate, en El Churqui. En este último, Gerardo fue crucial en marcar al sospechoso.

"El primer día fue agotador, el terreno es una zona rural. Llevamos varios perros porque el instructor evalúa las condiciones de cada animal, ya que no todos los perros presentan el mismo estímulo a trabajar, tuvimos muchas horas de viaje y el calor allí es muy especial. Podemos tener un gran nivel de adiestramiento pero el estado de ánimo del guía y la suerte del día influye y está conectado al trabajo", describió Escudero.

Los rastrillajes y allanamientos fueron varios y, por sus resultados positivos, el gobierno santiagueño les otorgó cinco placas para reconocer la labor de la división local.

"La experiencia fue única, aprendimos muchísimo, abrimos la mente y conocimos cómo trabajan otras personas. Nos dio otra perspectiva de lo que queremos llegar y sabemos que podemos dar más", expresó Azcurra. 

Fueron convocados por Marcos Herrero, un instructor de la Policía de Río Negro, que los conoció en julio cuando llegó la provincia para colaborar en la desaparición de Lucas Bolloti, el joven que se perdió en Carpintería.

Según la etapa de entrenamiento, los canes trabajan con o sin correa. En ese sentido, Gerardo ya puede inspeccionar suelto y tiene tres habilidades: ventear, rastrear y atacar.

"Cuanto más cachorro es, mejor pero lo importante es que tenga las cualidades de jugar y se alimente mucho de 'cazar la presa' que es cuando muerden y tironean. Pero la calidad al final del entrenamiento lo da la genética, hay que invertir para tener buenos resultados", destacó el subcomisario.

Los trabajos son el parque y en otros espacios de la ciudad. Apuntan a que el perro sea autónomo y que se especialicen en encontrar rastros o cadáveres.

Los dos canes participaron de un curso de cuatro jornadas con Herrero y la prueba de fuego fue en Santiago. El rionegrino seguirá de cerca el adiestramiento y próximamente Coco y Gerardo deberán certificarse en Córdoba capital.

"Tenemos una obligación con la sociedad, le decimos a Villa Mercedes que estamos para trabajar, que podemos dar buenos resultados y seguimos entrenando", resaltó Escudero.