Una docena de propietarios de mercados y autoservicios de diferentes barrios de la ciudad se reunieron con el intendente Mario Merlo y los secretarios de Gobierno, Emmanuel Estrada Dubor, y de Desarrollo Sustentable, Mario Mondelli, con el objetivo de frenar la instalación de dos nuevos supermercados de origen chino.
Argumentan que están muy cercanos a sus negocios y temen perder los puestos de trabajo. Esta semana elaborarán un pedido al Concejo Deliberante para que emitan una suspensión en las habilitaciones comerciales por 180 días y sugerirán anexar un estudio socioeconómico y ambiental antes de que empiecen con la actividad.
El encuentro fue en el Salón Azul del edificio municipal y se extendió por casi dos horas. Tuvo diferentes climas y algunos vendedores se mostraron preocupados, con cierto malestar y hasta irascibles. "Hace 21 años que tenemos un negocio en el barrio Feliciano Sarmiento, hace cuatro empezamos a construir un local nuevo para mayor comodidad de los clientes. Después que lo habilitamos, nos encontramos que hay un súper 'chino' (como los llaman comúnmente) que pretende abrir al lado del local nuestro. Nos preocupan los empleados, tenemos gente que lleva más de diez años con nosotros y no podríamos sostener la fuente de trabajo de ellos ni la nuestra", señaló Marisa Ramírez.
Según los registros de la Municipalidad, en la ciudad hay dieciocho supermercados chinos y hay cinco más que han pedido la factibilidad para seguir adelante con la construcción.
En diciembre del año pasado, el Concejo aprobó una ordenanza que establecía ciertas distancias que debían respetar los comercios entre ellos, incluidos los orientales "No vamos a permitir que se viole la ordenanza. Hay dos factibilidades otorgadas que la violan porque no cumplen la distancia mínima de 300 metros. Uno está en el Feliciano Sarmiento y el otro en Coronel Iseas 901. Hicimos la propuesta de presentar un anexo a la normativa que se basaría en un estudio socioeconómico ambiental de ahora en más ante los nuevos asentamientos comerciales", manifestó Walter Mastellone, el presidente de la Cámara de Comercio local.
En referencia a esto, el grupo de vendedores hará un pedido a los concejales para que puedan tratar una suspensión de las habilitaciones por un plazo de 180 días. Jorge Gómez, otro de los asistentes, aclaró que "no es que queremos que nadie trabaje sino que se regule la actividad. Porque entre ellos se respetan pero no lo hacen con nosotros".
Mondelli manifestó que la tarea del Municipio será estudiar los expedientes minuciosamente.
"Estamos preocupados pero esto también pasa porque a nivel nacional hay baja en las ventas, se despide gente de las empresas y no hay una política clara y concreta que ayude a que esto se resuelva. La intención es defender el trabajo y el mercado local, tratar de defender los puestos de trabajo y los círculos virtuosos de Villa Mercedes", indicó. Y agregó que brindarán capacitaciones para captar más clientes.
"La idea es formarlos, hacer pules de compra, que nos acompañen como observadores en las habilitaciones y que cada uno mejore sus sistemas de compras y ventas", dijo.
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