Enviaron a prisión a un hombre por violar a su hija de 12 años

La Justicia podría ampliar la investigación sobre Carlos David Sánchez, en relación con los abusos a los que habría sometido a las tres hermanas mayores de la nena.

Todas las pruebas que reunió la jueza Penal Virginia Palacios, a lo largo de dos años de investigación, le permitieron llegar a una doble conclusión: que Carlos David Sánchez violó a una nena de 12 años, en febrero de 2015, y que la menor es hija del acusado.
Por eso resolvió procesarlo por el delito de abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo. La magistrado emitió su pronunciamiento el viernes. Ordenó que Sánchez, un albañil de 34 años, fuera trasladado a la penitenciaría provincial. Tras evaluar todos los antecedentes del caso, Palacios entendió que “se puede inferir seria y fundadamente que la libertad del encausado podría importar un serio riesgo procesal”, es decir, que si lo dejaba libre, el acusado podía interferir de alguna manera en la investigación y afectar el resultado. 
La jueza tuvo en cuenta la gravedad del delito que le atribuye a Sánchez, “a partir de lo cual se puede inferir que el hombre pudiere intentar eludir la acción de la Justicia y evadirse”, según expresó en su resolución.
El riesgo de dejar libre al acusado de violación también está dado por “la seria incidencia o influencia que pudiere ejercer sobre las personas que revisten carácter de testigos”. “No puede desconocerse el entramado de relaciones que el imputado tenía y puede seguir teniendo”, al que puede echar mano para buscar impunidad, agregó.
Sánchez ya se había valido de esas relaciones, durante años, para abusar de las hermanas mayores de su hija y lograr que no lo denunciaran, según el testimonio de las jóvenes.
El albañil mantuvo por años una relación amorosa, semiclandestina, con la esposa de un tío adoptivo, que vivía al lado de su casa. En la familia todos lo sabían. Esa mujer es la madre de la nena violada.
Cuando se presentó a denunciarlo, ella dijo que tres años después de casarse empezó la relación con el sobrino de su marido. Y que dos de sus hijos son fruto de los encuentros con el albañil ahora detenido. 
La denunciante dijo ante la Justicia que Carlos David Sánchez sabía perfectamente que la nena a la que atacó era su hija biológica, aunque en los documentos figurara como hija del tío del acusado.
Los estudios de ADN que ordenó le dieron a la jueza la información que necesitaba para dar por probado –al menos en el grado de certeza que alcanza para procesar a un sospechoso– que el albañil sometió a la menor. Y que es su padre.
Sánchez atacó a la nena el 22 de febrero de 2015, según la denuncia que la madre de la chica hizo ese mismo día. Fue a la siesta. La menor había ido a la casa del hombre a jugar con un primito de 3 años. Un buen rato después, a la casa de la mujer llegó una chica que buscaba a su hija, para jugar.
La madre le dijo que estaba al lado, jugando con el primo. “No, si al Johny (el padre del nene) lo vi irse hace rato ya”, contestó la menor. Eso seguramente le dio mala espina a la mujer. Antes había desoído lo que sus hijas más grandes le habían dicho sobre lo que Sánchez les hacía a ellas.
Según declararon tres hermanas mayores de la nena violada, desde que eran muy chicas sufrieron abusos de Carlos Sánchez. Una contó que accedió a los acosos de su primo porque le dijo que si no lo hacía, iba a dejar a su mamá e iba a atacar a sus hermanas menores. Así empezaron una relación. Ella, al final, terminó enamorándose de Carlos. Y cuando su madre descubrió que salía con quien, a la vez, era su amante, la echó de la casa.
Aquel día de febrero, hace dos años, la mujer fue hasta la casa de Carlos, se asomó por la ventana y lo vio en la cama con su hija menor. Estaban desnudos. Acababa de someterla.
El examen ginecológico a la nena, el testimonio que dio después, ante una psicóloga, en la Cámara Gesell del Poder Judicial, y las pericias genéticas a las huellas que hallaron en su cuerpo le pusieron fin a la reiteración de abusos.