Los gremios docentes cumplieron ayer un paro nacional de 24 horas en repudio a la represión contra maestros que quisieron instalar una "escuela pública itinerante" frente al Congreso el domingo pasado, y el presidente Mauricio Macri reiteró sus críticas a los sindicatos del sector, al decir que "en vez de dar el ejemplo, violan las normas y hacen paros".
El gobierno porteño autorizó ayer la instalación de la carpa docente en la Plaza de los Dos Congresos hasta el 19 de abril. La decisión la confirmaron en rueda de prensa el vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, y la subsecretaria de Uso del Espacio Público de la Ciudad, Clara Muzzio.
"El gobierno de la Ciudad acaba de entregar el permiso para instalar la carpa itinerante docente en la Plaza del Congreso", sostuvo Santilli. El funcionario, que el lunes afirmó que "no había ninguna presentación formal para una instalación en el espacio público", dijo ayer que se otorgó el permiso tras la adecuación de esa protesta a la Ley de Espacio Público de la Ciudad.
Muzzio aseguró que los gremios completaron "todos los requisitos: la solicitud, los informes técnicos, presentaron el croquis de la estructura y los seguros de responsabilidad civil".
Ctera, el mayor gremio nacional docente, consideró un "triunfo de la democracia" que hayan permitido la instalación de la estructura, que funcionará como una "escuela pública itinerante".
La jefa de Ctera, Sonia Alesso, ratificó ayer que el paro nacional docente fue en respuesta a la "brutal represión a maestros" frente al Congreso, cuando intentaron instalar una "escuela pública itinerante" como protesta "creativa" para evitar las huelgas.
La jornada de huelga convocada por los gremios con representación nacional —Ctera, UDA, Sadop, CEA y AMET— contó con la adhesión de gremios provinciales e incluyó movilizaciones en varias ciudades y clases públicas.
El gremio de docentes privados Sadop aseguró que el paro en reclamo de paritarias y contra la represión tuvo "un importante nivel de acatamiento", y destacó que hubo marchas en Córdoba, Rosario, La Pampa y Tucumán, entre otras provincias, además de la Ciudad de Buenos Aires.
El gobierno nacional embistió otra vez ante los medios contra los sindicatos del sector. Macri sostuvo que "los gremios docentes, en vez de dar el ejemplo y cumplir las normas, violan las normas y, como reacción a que violaron las normas, hacen un día de paro".
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, calificó de "lamentable" el paro y dijo que "no hubo situación de tanta violencia como se planteó, sino que fue un forcejeo entre efectivos y gremialistas que no cumplieron las normas".
"Lamentamos que tantos chicos hayan perdido clases por una medida tan irracional e injustificada", sostuvo, y respaldó el accionar del gobierno porteño y de la Policía: "Quedó claro que cuando pidieron permiso, se les otorgó".
El ministro de Educación, Esteban Bullrich, cuestionó a los gremios porque "tiran un paro por cualquier cosa", y rechazó que vaya a renunciar como había pedido Alesso. "¿Tengo que renunciar como ministro porque la Policía les impidió violar la ley a los docentes?", chicaneó el funcionario.
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