Los vecinos de la ciudad de San Luis que todavía no acceden a la red de gas natural siguen con sus padecimientos cuando tienen que ir a la única empresa que vende la garrafa de 10 kilos a 140 pesos. En días como los de ayer, donde la baja temperatura y la lluvia son impiadosas, unas 40 personas hacían la fila alrededor de las 9:30 para poder conseguir ese elemento al precio que estableció el gobierno nacional a partir de abril. La mayoría llega a partir de las 7:30 porque según consta en el portón de atención al público, el horario de venta es de 8 a 12:30. Pero en promedio todos deben esperar al menos dos horas antes de ser atendidos, porque primero cargan los camiones de reparto de la empresa, que es una condición obligatoria de seguridad después, el único empleado que los atiende les entrega un número a cada persona que espera y después empieza la venta.
“Tardan mucho en atendernos, por lo menos tendría que haber dos personas para hacer este trabajo. Encima como ayer vine a las 11, justo cuando se me acabó el gas, no me vendieron porque te dicen que ya dieron todos los números del día. Por eso tuve que volver hoy”, contó angustiada Cintia. Cuando sucede ese problema, dijo que no tienen otra opción que ir a los negocios revendedores donde el precio es sensiblemente más alto: entre 200 y 240 pesos.
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