Emma, la niña que crea un mundo de tela para los chicos

Ema Ricarte tiene ocho años y ya cuenta con su propia "línea" de juguetes. El año pasado comenzó a vender sus creaciones a las que llama "Moustrilandia", una serie de coloridos muñecos hechos de tela y elementos reciclados. Junto a su mamá, Claudia Calderón (quien también es artesana), recorren las ferias de la ciudad y participan en encuentros familiares. 
La niña hizo sus primeros trabajos en tela en el 2016, cuando decidió acompañar a su mamá a un encuentro en el Museo Héctor Aubert. "Le dije que quería ir pero no sabía qué vender, entonces me sugirió que podía hacer muñequitos de tela y eso hice", contó Emma, mostrando orgullosa un stand lleno de sus bellos monstruitos. 
Si bien empezó con objetos navideños, ya que su debut fue previo a las fiestas de fin de año, después se abocó por completo a diseñar muñecos que se caracterizan por ser "raros", como los calificó ella. 
"A algunos les faltan los brazos, otros son patitas gigantes o tienen un sólo ojo. Los hago de todos los colores y de todos los tamaños, no tengo una preferencia, lo que se me ocurre es lo que sale", añadió la artesana.
Para la confección utiliza retazos de tela que a Claudia le sobran de sus trabajos, botones y otros elementos que encuentra en su casa, como medias que ya no utiliza. Los rellenos son de algodón, bolitas de telgopor o vellón, para que sean suavecitos y sean fáciles de cargar o manipular.  
Emma contó que el proceso es bastante fácil y eso le permite hacer más de un muñeco por día. "Primero hago la forma que va a tener en una hoja, le paso el diseño a mi mamá, ella lo dibuja en la tela y me los corta. Dependiendo de lo que quiero hacer, ella me los cose o lo hago yo. Mientras le voy cortando los ojitos, la boca, lo que lleve en el cuerpo. A veces le pongo corazones y círculos", detalló. 
Mientras está en pleno momento de creación, la niña confesó que se "divierte mucho porque a veces estoy con el celular y me aburro entonces empiezo a pensar qué puedo hacer para vender". De todas maneras añadió que disfruta de "ver televisión, videos de retos o competencias. Puedo combinar las dos cosas", aseguró. 
Claudia destacó que Emma convive con lo artesanal desde que nació. "Toda nuestra vida hemos vendido cosas con mi esposo, comida, elementos de decoración, panes, de todo un poco. Es una forma de vida, si bien hoy no vivimos de esto disfrutamos mucho hacerlo y ella ha aprendido la cultura del trabajo gracias a esto". 
A su vez resaltó que los personajes de "Moustrilandia", incentivan a su hija a mantener activo su costado creativo. "Son juguetes que pueden ser una alternativa para lo que se suele verse como propuesta para los chicos. Yo soy profesora y veo que el exceso de tecnología bloquea mucho la creatividad. Si bien Emma se ha enganchado mucho con el celular, ponemos límites. Creo que el secreto está un poco ahí", reflexionó Claudia. 
Por último destacó que lo que "hacemos, lo hacemos con mucho amor. Te tiene que gustar participar en las ferias y vender. Emma crea sus juguetes porque le gusta y ella decide que lo quiere hacer. Cualquier niño puede hacerlo, los padres tenemos que apoyarlos".