Nicolás Razzetti
Periodista
Los frigoríficos siguen su mando inconvenientes
La reciente inspección de las autoridades sanitarias chilenas dejó un sabor amargo entre los industriales de la carne. Una reducción en los envíos de carne a ese país no sería una cuestión menor, ya que se trata del segundo destino para los embarques de carne en lo que va del año.
De 36 frigoríficos inspeccionados, la mitad no pasó la prueba y quedó en una posición delicada. Los que sólo recibieron una sanción provisoria podrá volver al ruedo si el descargo es aprobado por los funcionarios del país vecino, pero a otros les costará más reingresar con carne a ese mercado. Los empresarios consultados mostraron preocupación por la situación, que pone en evidencia varias cuestiones.
La primera tiene que ver con el mayor control de parte de los importadores tras la crisis sanitaria en Brasil por carne supuestamente adulterada. Al respecto, directivos de los frigoríficos inspeccionados indicaron que en algunos casos las observaciones tenían que ver con aspectos muy menores de la infrestructura, como el daño o rotura parcial en algún vidrio.
Por otro lado, en nuestro país los más de 10 años de controles y restricciones a las exportaciones dejaron su huella. La mayor exigencia de los importadores se combina con la evidente desinversión en muchas empresas, lo que llevará un largo tiempo revertir. Los empresarios dicen que la tercera pata de ese combo negativo es la falta de controles de parte de Senasa.
A este resultado negativo se agrega otro similar en la inspección que hicieron los miembros del organismo sanitario israelí hace pocos días. No se conocen todavía los resultados de esa fiscalización, pero se sabe que si bien no sería tan malo el resultdo, igual se encontraron varias fallas.
Chile e Israel son dos mercados muy importantes para la Argentina. En el período enero–junio, el país exportó al país trasandino el 16% del total, y a Israel el 11%. En tanto, en el ranking de exportaciones medidas en valor, Chile ocupa el tercer lugar e Israel el cuarto.
Pero los problemas para la industria no acaban allí. Entre las múltiples dificultades del sector, aparecen también nuevos conflictos gremiales. Esta semana arrancó con la prolongación del cese de actividades en un grupo importante de plantas, algunas de las cuales también son exportadoras. Y esto pese a que el Gobierno, los gremios y las cámaras empresarias este año acordaron una nueva y unificada escala salarial. Aún así los gremios “de base” en esas empresas desacataron la conciliación obligatoria y paralizaron las actividades de faena.
A esas circunstancias de tipo coyuntural se suman otras que parecen más estructurales y que tienen que ver con la reducción del valor del cuero. El precio actual del novillo es inferior a los $10, 23% más barato del que había hace un año y 90% más bajo que el valor que tuvo el cuero en 2014, cuando llegó a $16.30 por kilo para los de novillos.
El menor ingreso por venta de subproductos deteriora el poder de compra de la hacienda y también anula en algunos casos la posibilidad de pagar recupero a los matarifes. La Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra) dijo que para las plantas nucleadas en esa cámara se puede hablar de un ingreso promedio por crédito de matanza de $5, cuando el costo por kilo producido de carne ronda los $6. En consecuencia, los empresarios dicen que el incremento en la faena esperado para los meses que vienen, en lugar de mejorar los niveles de productividad de las plantas faenadoras derivaría en mayores pérdidas económicas.
Perspectivas para el mercado ganadero
Los datos oficiales sobre la faena de julio mostraron un salto interanual marcado. En algunas categorías la mayor oferta expresó el arranque de la salida de los feedlots, en otras como vacas y vaquillonas da cuenta de que se acabó la retención.
En el caso de las vaquillonas hubo un salto interanual del 30%, también crecieron 19% las terneras y en el caso de los novillos y novillitos, la mejora fue de 10%, lo que refleja que los productores agregaron kilos a los machos aprovechando los bajos precios del maíz.
En adelante se espera que la oferta sea alta, al menos hasta mediados de diciembre. Los engordes tienen los corrales llenos: según la cámara de feedlots su ocupación es de más del 70%.
Pero la aparición de esa oferta no será pareja. El clima hizo de las suyas este año. El barro está complicando la terminación del ganado y las cuentas de los engordes.
En los feedlots, el índice de reposición es bajo. Según los cálculos de la cámara que los nuclea, por cada animal que se vende se repone apenas 0,82. Ese índice corresponde al mes de julio y creemos que en agosto está resultando todavía menor. Es decir, la reposición este mes sería todavía más baja, aunque para tener precisiones hay que esperar a llegar al último día, el jueves 31.
José Luis Triviño, presidente de la Cámara de Feedlots, dijo: “No veo un panorama claro para el engorde a corral. En muchos casos los niveles de conversión bajaron notablemente a causa del barro. En esos establecimientos, en lugar de producir 1,2 kilo diario se están logrando registros de apenas 0,7/0,8 kilo por día, lo que significa que el animal consume lo mismo pero por estar caminando en el barro y en un lugar súper húmedo, no gana kilos. Pero para el feedlotero los gastos son los mismos, con lo cual las pérdidas son enormes. Ese feedlot está en serios problemas”.
En ese contexto se disparó la invernada, es algo lógico y habitual en esta época del año, pero es muy difícil convalidar esa suba si no se cuenta con un maíz barato, con integración comercial en la venta de carne o con una expectativa más cierta sobre la posibilidad de que suba el valor del gordo a niveles de por encima de los $40. Triviño duda de que eso suceda y por eso habla de panorama incierto.
Y es esa incertidumbre la que se refleja en la reposición, que según las estadísticas de la Cámara de Feedlots, es de apenas 0,8, es decir, por cada animal que se vende se repone menos de uno.
¿Quienes compran invernada y por qué? Los matarifes y frigoríficos que necesitan hacer la rueda y garantizarse oferta, y que además pueden bajar costos de intermediación; o bien los productores que cuentan con maíz barato y que esperan salir con gordo a partir de diciembre, cuando se espera que baje la oferta de hacienda y eso genere un renovado impulso en las cotizaciones.
También hay productores que se encuentran con un maíz a precios convenientes para transformarlo en carne. La relación de carne–maíz es 15 a 1, muy favorable para el engorde. En todos los casos, además de aprovechar las oportunidades del negocio lo que se espera es un valor del gordo por encima de los $40.
Leve mejora en los valores de los novillos para la Cuota 481
La falta de mercadería, pero sobre todo la devaluación y el pago de reintegros a las exportaciones de carne vacuna, mejoraron los niveles de precios de los novillos para la cobertura de la Cuota 481, que permite exportar con aranceles diferenciales carne engordada a corral a la Unión Europea.
Algunos de los feedloteros más importantes reconocieron que los valores tuvieron un leve despegue respecto de los precios que se estuvieron pagando. La mejora no fue tan significativa, de apenas 5/8%, pero alcanza para generar expectativas entre los engordadores, que de todos modos reclaman valores más altos. “Engordar un novillo a corral para la Cuota 481 implica más días de encierre, por lo menos deben tener 100 y cumplir con exigencias administrativas mayores. Por eso su valor debe ser más alto, si no, no se justifica el esfuerzo”, indicó José Luis Triviño, de la Cámara de Engordadores. El empresario destacó que “la mejora en el tipo de cambio y el aceleramiento en el pago de los reintegros a las exportaciones deberían llevar a los frigoríficos a pagar un poco más por ese tipo de animales”.
Frigoríficos y productores renuevan en este debate la puja distributiva de la cadena ganadera. Unos quieren más precio por la hacienda, los otros repasan la lista de sus problemas, que harían poco viable la recomposición reclamada en las cotizaciones.


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