Maluma puso a bailar a Villa Mercedes

Un morocho con la camiseta Argentina modelo 1986 y el N° 10 en la espalda puso a vibrar a un estadio una vez más. A diferencia de aquel, este es un colombiano y lo hizo sudando, cantando y arengando, desde un escenario pero fue ovacionado y se llevó todos los aplausos, igual que aquel. Juan Luis Londoño Arias, mundialmente conocido como Maluma, llenó de alegría el estadio de La Pedrera en su show, que fue el primero de trascendencia internacional en El Parque.

A las 21:45, después de una larga espera, el cantante subió al imponente escenario con un look sobrio, casi de entre casa. Completamente de negro, con un buzo que promociona su World Tour 2017 y un jeans negro y moderno, con roturas intencionales pero desprolijas. El artista del momento cautivó desde su primera canción a la fanaticada.

El espectáculo tuvo momentos íntimos y emotivos, como cuando hizo subir a su familia a la que definió como “su sostén y los que hacen que los pies no se le levanten de la tierra”, otros donde sacó a relucir el mote de sex simbol hablándole a sus “babies” como suele llamar a sus fanáticas y también de delirio como cuando cantó “felices los cuatro”, la canción emblema de su carrera hasta el momento, aunque su presentación estuvo cargada de hits.

Interactuó mucho con el público, hizo subir a una pequeña fanática y bailó junto a sus seis bailarinas.

Fueron dos horas de magia pura, con un final a lo grande. El cantante se puso una remera de la selección nacional, de la marca francesa Le Coq Sportif, con el escudo en dorado que no dice AFA, sino que encierra el 86 y una lluvia de papelitos y alaridos inundó la noche mercedina.  Cerró con “cuatro babys”, se persignó, se besó la palma de la mano, lanzó ese beso imaginariamente al público, y se perdió entre el humo mientras un fanático en el campo pesaba: Barrilete cósmico ¿de qué planeta viniste?