Luján: limpiarán el muro del dique para que vuelva a funcionar

Para resolver definitivamente el problema del agua en Luján, San Luis Agua trabaja de manera exhaustiva. “Junto a un equipo inspeccionamos, recorrimos las  galerías y verificamos el estado de la represa; y la colocación de válvulas de riego y de descargador de fondo, tareas que aún no están terminadas. Necesitamos abrirlas para descender el nivel actual del dique y lograr una buena atenuación de crecidas”, especificó  Guillermo Aguado, miembro del Directorio de la Sociedad del Estado que está conformado además por el ministro de Turismo, Aldo González Funes; y el de Medio Ambiente, Sergio Freixes. 

“Lo que estaba haciendo la gestión anterior era poner en funcionamiento las válvulas para poder regularlo. Iniciamos esta nueva con la decisión firme de analizar lo que se hizo y corregir algunas cosas que hacen falta encausar. Para que empiecen a funcionar las válvulas, y además para limpiar el interior del dique, es decir realizar el dragado. El objetivo final es volver a la capacidad original de volumen, para que tenga una buena atenuación con las crecidas”, explicó Aguado.

Dijo que aún falta colocar una válvula más y destapar otra que está embancada, esto quiere decir que la cañería aún está tapada. “Esto lo vienen haciendo hace rato, no sé porqué han demorado tanto. Habían vaciado el dique, se había abierto una llave y no pudieron cerrarla más, no sé qué problema hubo. Ahora estamos retomando ese tema para solucionarlo definitivamente”, afirmó.

Explicó que todo inicia cuando un ingeniero proyecta un dique: “Con el murallón se tapa el curso de un río y a medida que pasan los años, el agua que corre lleva arena y piedras. Si además hay un tapón puesto en el muro, todo ese arrastre comienza a amontonarse contra el muro. Al pensar en un dique quien lo edifica plantea una vida útil. Aproximadamente a los ochenta años con el arrastre se embanca y desde ese momento hay que hacer un tratamiento para volver a ponerlo en condiciones”, aseveró y agregó que este es el caso de Luján y que para resolver el problema será necesario hacer un dragado, una limpieza. Aguado puso énfasis en que justamente esto es lo que comenzarán a hacer sobre el espejo de agua.

“Lo que se hizo con anterioridad fue destapar la zona desde la que absorbe el agua, la cañería. Debe tener alrededor de quince metros de barro que se amontonó con los años, y fue perdiendo capacidad. Llegó un momento en el que la represa no reguló más y la creciente hizo que el agua pasara por arriba porque el dique ya no tiene lugar para frenarla, en otros términos, está colmatado”, aclaró y añadió que el foco está puesto en que la estructura vuelva a funcionar como antes.

Aguado contó que por las últimas precipitaciones se llenó y añadió que por eso tuvieron que abrir las válvulas al cincuenta por ciento para bajarlo cinco metros para atenuar la crecida.

Además, especificó que no hay nada que temer porque la estructura del dique y el murallón están en buenas condiciones, “no hay ningún problema, es un dique de hormigón, es el que menos inconvenientes tiene”, concluyó.

Algunos antecedentes

Después de la crecida de marzo de 2015 el dique de Luján jamás volvió a ser el mismo. Según el anterior presidente de San Luis Agua, Claudio Lucero Pomiro, en marzo de 2017 un equipo de buzos logró liberar una válvula que servía para destapar el dique, en ese momento dijo que en abril estaría terminado. Con esas obras bajaron el nivel de cota a 9 metros, con 75 centímetros, por debajo del vertedero. 

En agosto terminaron de reparar la playa de estacionamiento, colocaron las barandas y la cartelería e hicieron otras reparaciones alrededor del dique, para optimizar el área de servicios a los visitantes y con perspectivas de recuperar el turismo en la zona. Pero aún no logran que la represa  funcione normalmente.