Cerdos y chivos se suman a la oferta del "Plan Carnes"

El "Plan Carnes San Luis" ahora sí puede justificar plenamente el uso del plural. A partir de ayer se puso en marcha el frigorífico, propiedad de la provincia, que está en la escuela agrotécnica de la capital, por lo que en apenas una semana más se ampliará la oferta, que ahora tiene carne vacuna, a cortes de cerdo y chivitos para la venta directa por unidad. Es el primero de los frigoríficos provinciales que vuelve a funcionar para abastecer a la población de carne de origen local en todos los eslabones de la cadena productiva y comercial.

“No se puede decir que es una inauguración porque el frigorífico ya existía, ahora el Gobierno invirtió para dejarlo listo y que pueda faenar cerdos y chivos, ya que siempre fue pensado con ese fin”, explicó Sebastián Lavandeira, el gerente de Sol Puntano y quien tiene a su cargo el plan que ideó San Luis para que la gente pueda comprar carne a precios hasta un 15% menores que los de mercado. El funcionario agregó que “la planta de faena tendrá una doble función social, ya que además de trozar y envasar los cortes para venderlos a precios convenientes, los animales se los compramos a los pequeños productores de la provincia y con ello le abrimos una vía de comercialización a sus productos”.

Desde que Sol Puntano lanzó el Plan Carnes, que ya se sabía que en poco tiempo más iba a comenzar a funcionar el frigorífico ubicado a la vera de la autopista de las Serranías Puntanas, cuya altura de las instalaciones lo hacían el indicado para agregar la oferta de porcinos y caprinos. “Lo equipamos con toda la tecnología necesaria para realizar el proceso como lo exigen las normas sanitarias. Su capacidad de faena es de 50 animales por día, lo que equivale a 900 mil kilos al año, casi el 10% del consumo de cerdo en la provincia”, dijo Lavandeira, quien aclaró que la faena comenzará esta semana, con días diferenciados entre una especie y la otra, para “tener la carne lista para la venta la semana que viene”.

Los puestos de trabajo del frigorífico se cubrieron con ocho operarios pertenecientes al Plan Pañuelos Solidarios, quienes recibieron entrenamiento y capacitación durante los últimos meses. “Con este equipo de gente, la planta también prestará el servicio de faena a terceros, lo que ayudará a autofinanciar el Plan Carnes”, adelantó Lavandeira.

Por el momento, los porcinos los están comprando a un par de establecimientos de Justo Daract y a otro ubicado en la zona de La Cumbre, cumpliendo así con las directivas que dio Sergio Freixes, el ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, quien pretende que toda la carne que entre al circuito comercial proveniente del plan sea de productores puntanos. “Poder vender carne de cerdo es un estímulo a la producción local, a los pequeños criadores que no tienen el mismo desarrollo que las tres grandes empresas que están radicadas en San Luis”, aseguró el ministro, quien también destacó “la incorporación de genética” como otra pata clave en una provincia que fue de las primeras en legislar para proteger a los pequeños productores cuando el gobierno nacional decidió abrir de manera indiscriminada la importación de porcinos desde Estados Unidos.

La sanidad, tan relacionada con esa política que implementó Mauricio Macri, quien puso en peligro el estatus del país que hoy está libre del Síndrome Respiratorio Porcino (PRRS), también es un aspecto clave para San Luis, sobre todo luego de la gran cantidad de casos de triquinosis que se produjeron en la población durante el invierno, cuando abundan las faenas caseras. “La carne que venderá el plan está totalmente garantizada, porque tiene hechos todos los análisis contra la triquina”, reveló Lavandeira, quien apunta en las compras a capones de entre 90 y 100 kilos para envasar los cortes.

Al igual que pasa con la carne vacuna, la presentación será en bandejas con la carne ya trozada, pero el frigorífico también tiene la capacidad para fabricar chorizos, que se agregarán a la oferta de cada día en los locales, que ya cuentan con las heladeras que les proveyó el Gobierno. “El hecho de tener una planta propia integra toda la cadena, en el caso de los cerdos hacemos el Ciclo 1, que comprende la faena, además del 2, que es el mismo de la carne vacuna e incluye el desposte, trozado, envasado y distribución de la mercadería”, dijo el gerente de Sol Puntano.

En cuanto a los caprinos, la función es aún más social, porque además de llegar con animales de calidad a los que menos tienen, el plan representa una ayuda invalorable para los pequeños productores del interior, que tienen siempre su talón de Aquiles en las dificultades para comercializar sus animales. “Esas familias ya cuentan con capacitación y el trabajo sanitario del Ministerio del Campo, ahora también podrán colocar su producción y les vamos a pagar muy bien por sus caprinos”, amplió Freixes, quien pretende que “el plan sea un incentivo enorme a la producción, que vayan mejorando sus índices de preñez”.

El problema perenne de estos pequeños productores es su informalidad, ya que la mayoría debe ‘ordenar sus papeles’ y la motivación de poder venderle al Estado debería ayudar en este propósito. “Allí también estará la presencia del Ministerio para darles una mano”, aseguró el ministro. También se verán beneficiados con un ambicioso objetivo de la provincia: el de otorgarle un sello de calidad o marca distintiva, que se llamará “Cabrito Puntano”, al estilo del recurso marketinero que desde hace años explota Malargüe, en Mendoza.