Quedó libre el acusado de causar una muerte en un choque

Casi siete meses después de que un motociclista de 18 años, Franco Matías Perey-ra Morán, muriera como consecuencia de un choque con otra moto, en Quines, la Justicia le otorgó la excarcelación al hombre imputado por esa muerte, Diego Armando Olguín. Su abogada, Fanny Tortosa Gatica, asegura que su defendido no conducía el rodado, sino que lo hacía una conocida de él y que espera poder demostrar en el juicio su inocencia.

Olguín fue procesado con prisión preventiva por la jueza Penal 3, Virginia Palacios. En aquel fallo del 7 de junio, que fue confirmado por un tribunal de alzada, la magistrado consideró que Olguín actuó de modo imprudente, negligente y sin respeto por las normas. Iba excedido de alcohol y de velocidad. Por ello, lo procesó por “Homicidio en accidente de tránsito agravado”. 

El hecho investigado ocurrió pasada la 1:30 del domingo 27 de mayo. Fue en el cruce de la avenida 9 de Julio y Pringles, una cuadra al sur de la plaza Lafinur, la principal de la localidad. Ambas partes iban en moto. El ahora procesado iba en una Motomel 150 negra, serie 2, por la última calle, hacia el norte. Iba acompañado por una amiga de él, también vecina del pueblo, Érica Dayana Díaz. 
La otra moto era de igual marca y color, pero de menor cilindrada. Era 100 centímetros cúbicos, y circulaba por la avenida, en dirección al oeste. La manejaba Jorge Arce, un muchacho de 18 años que iba con su amigo, Franco.

El rodado que conducía Olguín apareció sorpresivamente y a toda velocidad, y colisionó al otro prácticamente en el medio del cruce, impactándolo en la parte trasera. Los cuatro ocupantes salieron despedidos, según manifestaron los testigos, entre ellos dos muchachos amigos de Arce y del fallecido, que iban en otra moto, casi a la par de ellos.

Tortosa Gatica informó que fue notificada el 3 de diciembre de la excarcelación dispuesta por la Cámara del Crimen 1 y que la salida de Olguín del Servicio Penitenciario se efectivizó el viernes 7, tras el pago de una fianza, trámite que cumplimentaron el día anterior. No quiso revelar cuál fue el monto. Olguín volvió a Quines, la localidad donde residía al momento de ocurrir el choque fatal. 

Como es usual, explicó la letrada, a su cliente le impusieron algunas pautas, como por ejemplo, "la prohibición de consumir alcohol o drogas; presentarse a firmar el libro de procesados; permanecer en la jurisdicción de la jueza o de la provincia o pedir permiso (en caso de necesitar salir); y conseguir un trabajo en el término de dos meses", enumeró. 

Palacios, en su resolución de junio,  consignó que los testigos indicaron que era Olguín quien llevaba el control de la moto. Y ese detalle no fue un aspecto menor, ya que, según refirió la jueza, hubo “maniobras tendientes a eludir su responsabilidad colocando la conducción del rodado en cabeza de la ciudadana Díaz”.

Según declaró la propia joven, el rodado es suyo, pero se lo pasó a su amigo Olguín poco antes de la colisión, porque no se sentía bien, ya que estaba enferma y había tomado antibióticos.
La hipótesis de que la mujer manejaba quedó “huérfana de todo sustento a partir de las probanzas incorporadas a la causa”, entre ellas, las declaraciones de los amigos de las víctimas, de un automovilista y de la propia Díaz.

La defensora le contó ayer a El Diario que la jueza Palacios ya dictó la clausura del sumario. "Cuanto antes lleguemos a juicio, mejor –consideró–. Tenemos prueba fundamental, que no se produjo por deficiencias técnicas, le diría, del Poder Judicial. Necesitamos un técnico en filmaciones. Mi cliente es inocente, y eso se va a acreditar cuando pueda tener, de una vez por todas, una prueba ofrecida por mí allá por mayo, que es agregar cuadro por cuadro cada una de las filmaciones, tanto la del domo de seguridad como la que proveyó un vecino" que reside a metros del punto donde ocurrió el choque. 

Dijo que en el Poder Judicial no están los recursos para poder hacer un análisis más profundo de lo videos. "Una vez que eso se produzca vamos a tener efectivamente acreditada la inocencia" de Olguín, aseveró. Según la abogada, quien conducía la moto que embistió aquella en la que iba Franco era Érica Díaz, dueña del rodado.