Investigan un asalto en el que robaron 500 mil pesos

Si fue una casualidad, fue una casualidad muy grande. Por eso ahora las personas a las que les robaron medio millón de pesos de un mayorista están bajo la mira de los investigadores. Son un camionero y su acompañante que, justo el día que, en vez de ir a la distribuidora a entregar la recaudación, se desviaron hacia la casa de uno de ellos por una aparente emergencia familiar, fueron asaltados en el barrio.

El atraco ocurrió el martes 3 de abril. Anteayer, la Policía allanó cuatro viviendas y secuestró catorce celulares, los de los empleados asaltados y los de sus familiares.

Los aparatos fueron incautados por orden del juez de instrucción Penal 1 de San Luis, Sebastián Cadelago Filippi, y serán remitidos al Departamento de Investigación de Delitos Complejos del Poder Judicial. Los peritos van a extraer toda la información que los aparatos contengan sobre las comunicaciones previas y posteriores al robo. Quieren saber si hay algún contenido vinculado al atraco.

Tres de los allanamientos fueron realizados en el barrio Eva Perón, en la zona noreste de la capital, y el cuarto, en el barrio Serranías Puntanas, en el extremo sur, informó el jefe de la Comisaría 39ª, comisario Juan Bautista Barroso.

Los policías que inspeccionaron las viviendas también tenían la orden de secuestrar dinero, si lo hallaban en una suma considerable o llamativa, y cualquier otro elemento que pensaran podía tener relación con el asalto, indicó el responsable de la 39ª.

Hasta ahora, no hay detenidos.

La víctima del sugestivo robo fue el mayorista Maxiconsumo, que en San Luis tiene su planta en el parque industrial sur, al oeste de la ciudad.

Ese martes, dos camiones de una empresa de transporte de cargas que trabaja para la distribuidora fueron a llevar mercadería a un supermercado chino de Villa Mercedes. En uno fue solo el chofer, en el otro iban el conductor y un acompañante.

Un llamado ¿inoportuno?

El primero descargó y se volvió a San Luis. Los otros se demoraron en descargar por la cantidad de productos que llevaban y por el hecho de que llevaban muchos paquetes sueltos, lo que demoró la faena de la entrega y el control. Además, ellos cobraron la venta: recibieron 499.992 pesos en efectivo, que guardaron en una caja de seguridad que el camión tiene fijada en el piso de la cabina.

“La caja metálica es como un buzón, ellos no tienen llave para abrirla, sólo introducen los sobres con dinero, que son retirados en la distribuidora, por las personas autorizadas”, explicó el comisario Barroso.

El chofer y el acompañante debían volver directamente a la sede de Maxiconsumo, para entregar la recaudación. Pero en el camino, según declararon más tarde ante la Policía, el “guarda” recibió una llamada de un familiar, que le avisaba que alguien de la familia había tenido un problema de salud y debía ir urgente a su casa, en el barrio Eva Perón.

Entonces, “en vez de ir a la empresa y entregar la recaudación y después irse a la casa, o de dejar el chofer al acompañante en la terminal, para que se tomara un taxi hasta su casa, se desviaron en el camión, desde la avenida Santos Ortiz hasta el Eva Perón”, explicó Barroso.

Justo cuando llegaron y pararon frente a la casa, aparecieron dos hombres en una moto. Los encañonaron con un arma de fuego. Y fueron al grano: con una barreta o un elemento similar forzaron la caja de seguridad, sacaron el medio millón y escaparon.

Los trabajadores del transporte llamaron a la Policía. “Al principio se pensó que habían asaltado el supermercado chino del barrio Eva Perón, porque fue al lado”, dijo Barroso. Luego se aclaró que había sido al camión.

En seguida llegó al lugar del atraco el chofer del otro camión, que casualmente vive muy cerca. Y también cayó en la volteada, ya que anteayer a él y a sus familiares también les secuestraron los teléfonos.

Detalles que no encajan

Los hombres asaltados dijeron que los ladrones se llevaron la llave del camión. Pero después la llave apareció.

Los policías de la 39ª tienen en cuenta que, según sus registros, nunca en la zona habían tenido un asalto de esa modalidad, en la que le robaran a un repartidor, ni ataques de motochorros.

Hay otros detalles que a los investigadores no dejan de llamarles la atención, en la versión de los denunciantes. Por ejemplo, no habrían dado detalles de cuál era la emergencia médica que motivó que se fueran con el dinero hacia el barrio. Piensan que los celulares pueden aportar algo de claridad.